Durante cuatro horas las hijas de 2 y 6 años de Sonia Fátima Cerpa (40) permanecieron ocultas en el monte aterrorizadas. Corrieron, escaparon desesperadas porque su madre les suplicó que huyeran como pudieran mientras ella se desangraba y seguía recibiendo estocadas en el pecho, cuello, cabeza y en las piernas por parte de su asesino. Las menores lograron ser rescatadas sanas y salvas.
El presunto autor del crimen, Valdir Prestes Barbosa (36), conocido además como “El Cuerero”, también se ocultó pero de la policía y de los 11 hermanos de la víctima que salieron a buscarlo y finalmente lo atraparon cinco días después. El sospechoso recibió balazos y varios cortes y tuvo que ser hospitalizado antes de ser encarcelado.
A partir del lunes 11 de marzo venidero, Barbosa finalmente irá a juicio oral y púbico ante el Tribunal Penal de Eldorado, por los delitos de “homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio) y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, en concurso real”, señaló una fuente del caso.
El debate tendrá otras dos jornadas, previstas para el próximo miércoles 13 y lunes 18 de marzo, en las que desfilarán los testigos, se escuchará a policías investigadores y forenses, entre otros. Luego el Tribunal dictará sentencia, donde lo más probable es que el acusado reciba una pena de prisión perpetua, algo que seguramente será muy difícil de revertir por parte de su defensa.
Es que el crimen que se le adjudica a “El Cuerero” es uno de los más recordados por gran parte de la sociedad misionera por el grado de crueldad y saña hacia la víctima.
Su última palabra fue “no”
El lunes 17 de febrero de 2020, en plena oscuridad para no ser visto, según reconstruyeron los investigadores policiales y figura en la elevación a juicio, “El Cuerero” se acomodó entre las malezas para vigilar la vivienda donde vivían Sonia Cerpa y su familia.
La víctima tuvo una corta relación con el acusado (unos dos meses) y luego decidió regresar con su marido y padre de sus dos hijas. Es más, Sonia y sus pequeñas hijas semanas antes compartieron la precaria vivienda que tenía “El Cuerero” en el paraje Laguna Azul, donde las mantuvo aisladas en una precaria construcción durante dos meses durmiendo en la tierra y entre retazos de cueros de vaca, sin luz, ni la menor condición de salubridad.
Según relató oportunamente una hermana de la víctima, el imputado no tenía buena relación con las dos niñas. Además Sonia había visto “algo raro”, por lo cual decidió separarse de él. Después de regresar a la casa de sus padres, ella intentó comenzar de nuevo con su marido.
Tras hacer vigilancia en la casa de su expareja, “El Cuerero” esperó la mañana del 18 de febrero que Sonia quedara sola en su casa junto a sus hijas.
El lugar es una zona de colonia cerca de la ruta provincial 18, a 45 kilómetros del cruce con la 17 en el paraje Dos Hermanas, municipio de Bernardo de Irigoyen. Tras discutir con ella y decirle “vamos”, a lo que la mujer le contestó que “no”, el acusado extrajo un pistolón e intentó dispararle pero éste se trabó. Acto seguido la tomó del cabello, le cortó la garganta con un arma blanca de 12 centímetros de hoja y luego le asestó 18 puñaladas.
Las niñas presenciaron todo e instintivamente escaparon al monte. Cuatro horas después Sonia fue encontrada muerta por uno de sus hermanos. Recién allí las niñas fueron halladas y rescatadas de la espesura. La mayor de ellas contó lo que había sucedido.
“El Cuerero”, conocido así porque realizaba trabajos de artesanía con cuero animal, fue identificado y se armó un enorme dispositivo policial para ubicarlo.
Se escondió en el monte durante cinco días. Lo buscaban la policía y los once hermanos varones de Sonia. Tras seguir una pista cerca de San Pedro, uno de ellos lo vio, y le efectuó un disparo cuando supuestamente el acusado se abalanzó sobre él con un arma blanca. Un mes después fue trasladado al Juzgado para su indagatoria pero optó por guardar silencio.
Valdir Prestes Barbosa ya poseía antecedentes en su país natal, Brasil, por abuso sexual (en 2018 escapó de un régimen abierto y tenía pedido de captura). Estuvo cuatro meses internado en el SAMIC Eldorado hasta que se recuperó y fue alojado en la Unidad Penal III de ese mismo municipio. Trascendió que la defensa del imputado intentó abreviar el juicio, pero la fiscalía le ofreció perpetua y no aceptó dicha pena.
Cámara Gesell
Durante el juicio se escucharán numerosos testimonios, sin embargo cobran vital importancia el de las hijas de la víctima, quienes en su momento declararon en Cámara Gesell.
Aquel día, la menor de 6 años tomó del brazo a la de 2 y corrieron monte adentro. La más chica lo hizo pese a su corta edad y discapacidad motriz. Escaparon hasta ocultarse entre plantas y árboles, tiradas en el piso con la cara contra el suelo, una pegada a la otra, para que ni su respiración se pudiera oír. Ahora su declaración será fundamental.