La bisabuela de 67 años, en una semana, perdió a Sonia Fátima (40) de al menos 19 puñaladas y ayer enterró a su nieto más chico, de cinco meses, el número 50, víctima de una patología respiratoria.
Sólo la liberación de Gustavo Cerpa (23) uno de los once varones de quince hermanos dio algo de alivio ayer para María y su entorno. Bajo caución juratoria ante la jueza de Instrucción 2 de Eldorado, Nurial Allou, logró el beneficio de la excarcelación tras abstenerse de declarar como imputado, provisoriamente, del delito de “lesiones graves, calificado por el uso de arma de fuego”.
Atrapar al presunto femicida de su hermana le costó dos días de encierro por las lesiones que sufrió Valdir Prestes Barbosa, “El Cuerero”, brasileño de 34 años que permaneció durante cinco días escondido entre monte y chacras desde el paraje Dos Hermanas hasta la jurisdicción de San Pedro.
En cuanto al sospechoso del crimen, se encuentra en evolución y próximo a ser dado de alta en el hospital SAMIC de Eldorado, bajo tres postas policiales de control: ojos de efectivos frente a su cama, otros en los pasillos y los restantes afuera del centro de salud.
El tratamiento para aliviar los dolores de golpes, heridas de bala y arma blanca, se profundizó con fuertes analgésicos por lo que se aguardará a que se reponga completamente para ser llevado a declaración indagatoria.
Gustavo Cerpa, acompañado por la abogada Blanca Núñez, regresó ayer cerca del mediodía al paraje Dos Hermanas. Frente a la comisaría lo aguardaban sus familiares y amigos bajo una carpa montada en protesta de su aprehensión tras atrapar en un campo a la vera de la ruta nacional 14, paraje Nueva Esperanza de San Pedro, a “El Cuerero” Barbosa.
La investigación podría quedar resuelta, en cuanto a la imputación a Barbosa, si las menores ratifican en Cámara Gesell que fue el atacante, quien discutió con su madre Sonia, y tras atorarse el pistolón que blandía, desenfundó su puñal para trabajar el cuero de vaca y la masacró a estocadas, en el pecho, cabeza, brazos y piernas.
Vale recordar que las niñas huyeron hacia el monte y lograron escapar de “El Cuerero”, hasta que uno de sus tíos, Isabelino (29), las encontró aterrorizadas y boca abajo entre malezas.
Desde ese instante los once hermanos no descansaron para buscar al presunto asesino. Sólo frenaron el rastrillaje para velar y enterrar a Sonia Fátima, el viernes a las 9 de la mañana.
El domingo al mediodía y cuando la búsqueda de los efectivos de la Unidad Regional XII apuntaba hacia San Pedro y su zona de colonias y selva, tal como lo adelantó PRIMERA EDICIÓN, un grupo de entre los que se encontraba Gustavo dio con el sospechoso. Pero el hermano de Sonia corrió hacia él decidido a que no escape, a no dejarle la menor chance de evitar ser reducido.
Lo logró con el apoyo posterior de los policías y ahora se investiga si en ese desesperado movimiento utilizó un arma de fuego para herir de gravedad a Prestes Barbosa.
Enterrado al lado de su tía
El dolor en la familia Cerpa se profundizó con el fallecimiento del pequeño hijo de Adán, uno de los catorce hermanos de Sonia. El bebé de cinco meses padecía una patología respiratoria y su deceso fue confirmado en el hospital de Bernardo de Irigoyen.
Ayer bajo la lluvia, y luego de la liberación de Gustavo Cerpa, los familiares volvieron al cementerio y lo enterraron al lado donde el viernes fue despedida la tía de 40 años asesinada a puñaladas por el artesano del cuero, Valdir Prestes Barbosa.
La ceremonia de inhumación se realizó con el acompañamiento de vecinos de la zona, quienes brindan contención a la familia Cerpa desde el martes 18 de febrero cuando se conoció el femicidio en una chacra de la ruta provincial 18 a 50 kilómetros del paraje Dos hermanas.