Tiene sólo seis años y quince días después de ver como -a golpes y puñaladas- asesinaron a su madre, enfrentó ayer en Cámara Gesell el recuerdo y aportó el dato determinante, identificó al femicida, lo nombró como todos lo hacían en el paraje Dos Hermanas: “El Cuerero”.
La niña que rescató a su hermana de dos años para correr hacia el monte mientras su madre era masacrada a estocadas, señaló y fue coincidente con los datos que aportó cuando el crimen fue alertado a la policía el martes 18 de febrero.
Ayer y con la asistencia de peritos especializadas en tomar testimoniales a menores de edad, la víctima aseguró que “El Cuerero”, el brasileño de 34 años Valdir Prestes Barbosa, fue quien irrumpió durante la mañana del día mencionado y tras discutir con Sonia Fátima Cerpa (40) primero intentó dispararle con un pistolón casero que se trabó y luego blandió un puñal.
Demás detalles este Diario se abstiene de brindar para preservar la integridad de las menores víctimas. El punto central de la testimonial fue que la niña ratificó la identificación que dio tras el ataque en la chacra de Laguna Azul, zona de colonia sobre la ruta provincial 18, a 45 kilómetros del cruce con la 17 en Dos Hermanas, municipio de Bernardo de Irigoyen.
Este relato incluyó el tiempo escondida en el monte con su hermana hasta que las rescató uno de sus trece tíos, hermanos de Sonia.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN oportunamente, durante cuatro horas las menores permanecieron ocultas el 18 de febrero en la selva luego que su madre les suplicara que huyeran mientras ella se desangraba y seguía recibiendo estocadas en el pecho, cuello, cabeza y piernas.
La menor de seis años agarró del brazo a la de dos y corrieron a los gritos de socorro trillo, chacra y monte adentro. La más chica incluso lo hizo pese a su corta edad y discapacidad motriz.
Pasadas las 11 escucharon los primeros llamados de sus nombres, de personas que se acercaban hacia donde estaban, pero no respondieron por miedo a que fuera “El Cuerero” Barbosa, el mismo al que vieron apuñalar a su madre y del que ya habían escapado varias semanas antes cuando las mantuvo aisladas junto a Sonia en una precaria construcción, durante dos meses aproximadamente, y durmiendo en la tierra y entre retazos de cueros de vaca, sin luz, ni la menor condición de salubridad.
Cerpa había aceptado convivir con Prestes Barbosa cuando se separó del padre de sus tres hijos (un adolescente de 16 años y las dos niñas) pero desistió de continuar con la relación, recurrió a sus tres hermanas y madre, María (67), y poco tiempo después se fue a la chacra de Laguna Azul a reconstruir el matrimonio y familia y dedicarse de lleno a la siembra y cosecha de alimentos.
La declaración de ayer se concretó con la presencia de todas la partes pertinentes, la jueza de Instrucción 2 de Eldorado, Nuria Allou y el defensor oficial Rodrigo Torres Murat.
Como querellante, Blanca Núñez, la abogada patrocinante de la familia de Sonia Cerpa finalizaría en los próximos días la presentación y requisitos para que la instructora judicial la admita como representante.
Hoy se aguarda también que el sumario con las actuaciones policiales correspondientes a la Unidad Regional XII, cabecera Bernardo de Irigoyen, se complete y la jueza Allou continúe con testimoniales pertinentes al caso que incluyó cinco días de intenso rastrillaje por selva y chacras hasta atrapar al sospechoso cerca de San Pedro.
Turno de indagatoria
Para esta tarde, la jueza de Instrucción 2, Nuria Allou, solicitó el traslado a su juzgado del sospechoso de femicidio, Valdir Prestes Barbosa (34) para que se le tome declaración indagatoria y posible imputación por el crimen.
Por la gravedad de la acusación y estado inicial del expediente, se estima que se abstenga de responder preguntas de la magistrada. El derecho ampara su silencio y no puede ser considerado en su contra. Hasta ayer tenía designado un defensor oficial como patrocinante, Rodrigo Torres Murat y nada hacía parecer un cambio de patrocinio.
“El Cuerero” enfrenta una calificación, aunque provisoria, por el delito de homicidio agravado por alevosía y los calificantes relacionados a la violencia de género (femicidio) contemplados con prisión perpetua como condena.
Cabe señalar que Prestes Barbosa estaba en condición de prófugo de la Justicia brasileña como culpable del delito de estupro y hacía dos años había escapado de un instituto penal de régimen abierto.
De lo poco que se conoce de la vida previa del sospechoso en suelo argentino, trascendió que se movía con pocas pertenencias y se alimentaba con el dinero que obtenía de su oficio de artesano del cuero, confeccionando trenzas para enlazar animales por ejemplo, y de una pequeña huerta que poseía en su precaria vivienda de retazos de pino y lonas plásticas en el paraje Dos Hermanas.
Se lo veía habitualmente solo y pocos lo conocían por su nombre y apellido. Según fuentes de la investigación, en colonias de jurisdicción de San Pedro entabló relaciones de amistad con varias personas y se cree que cuando intentaba contactarse con ellas para cruzar la frontera, fue interceptado y lesionado de gravedad por uno de los hermanos de Sonia Cerpa que participaba en su búsqueda.