El femicidio de Horacelia Génesis Marasca lleva siete años y seis meses sin respuesta de la Justicia misionera. El miércoles 1 de marzo próximo, se iniciará el cuarto intento de juicio oral a Martín Fernando Monzón (39) para esclarecer lo sucedido durante la noche del domingo 16 de agosto de 2015 en un departamento de Villa Cabello, zona oeste de esta capital.
La adolescente de 16 años fue asesinada a puñaladas y su cuerpo descuartizado en cinco partes que el mismo imputado habría descartado en bolsas plásticas en distintos puntos de las inmediaciones, incluso en la costa del arroyo Mártires.

La causa fue elevada a juicio por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor en agosto de 2016 y desde ese momento el expediente trajinó entre apelaciones y solicitudes de medidas de la defensa.
Las tres suspensiones del juicio se registraron en 2018, 2019 y 2020. El Tribunal Penal 2 es el encargado de que se resuelva la causa que mantiene en prisión al concubino de la víctima fatal con quien tuvo un hijo, hoy un niño de 7 años.
Uno de los principales recursos que demoró el debate fue el que desde el inicio de la causa sostiene el defensor oficial Miguel Ángel Varela y consiste en su pedido que Monzón sea indagado bajo los efectos del pentotal sódico o suero de la verdad.
Este planteo fue rechazado por el Superior Tribunal de Justicia de Misiones, al igual que la recusación a César Antonio Yaya, camarista y presidente del Tribunal Penal 2 a quien responsabilizó de intentar violar el derecho de defensa al explicarle a Monzón -en 2020 en una audiencia virtual por la pandemia de COVID-19 sin la presencia del defensor- los requisitos y alcances de un acuerdo de juicio abreviado que, por la acusación que pesa sobre el encartado, sólo podía firmar una condena de prisión perpetua.
Martín Monzón está encartado por asesinar a Horacelia Marasca, por femicidio agravado por la convivencia preexistente y por mediar violencia de género, figura prevista en el artículo 80 del Código Penal.
El debate tiene agendadas ocho audiencias, desde el 1 al 10 de marzo, con una extensa lista de testigos citados y puntilloso análisis para que debatan el fiscal del TP-2, Vladimir Glinka y el defensor oficial mencionado, ante los jueces César Yaya, Augusto Gregorio Busse y Fernando Luis Verón (por subrogación).
Discusión, cuchillo y crimen
Según lo publicado y desprendido de la elevación a juicio, el lunes 17 de agosto de 2015 Martín Monzón se presentó en la comisaría Séptima a denunciar la desaparición de su concubina Horacelia Marasca. Lo que extrañó de inmediato a los policías fue que no llevó ninguna fotografía para buscarla.
Dos días después, la madre de Horacelia, Norma Benítez, se presentó en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional I a denunciar la desaparición de la menor de edad. La progenitora no dudó y señaló como sospechoso a Monzón con quien Horacelia había formado pareja.
El juez Ricardo Balor, con los primeros informes policiales en mano ordenó pericias en la vivienda de la chacra 150 de Villa Cabello y el horror emergió: hallaron ropas de mujer y de hombre con manchas de sangre en un balde con lavandina. Pero también las pruebas del reactivo luminol exhibieron rastros compatibles con sangre en el piso, azulejos y demás elementos del baño.
Tras ser detenido, Monzón admitió que “en una discusión y pelea”, Horacelia terminó con un cuchillo clavado en el pecho hasta llegar a la columna vertebral. Aseguró que la llevó al baño, la desmembró, cargó las partes en bolsas y las transportó en el changuito de su bebé, mientras simulaba un paseo habitual durante la madrugada del lunes 17 de agosto.
Pocas horas después de su detención, los investigadores de las direcciones Homicidios y Policía Científica hallaron restos en varios puntos de la desembocadura del arroyo Mártires, costanera Oeste y en el cruce de las avenidas López y Planes y Blas Parera.
Nunca se hallaron los miembros inferiores de la víctima y se cree que fueron los primeros restos que arrojó a la basura y que se perdieron en predio de Fachinal de tratamientos de residuos.
Los investigadores lograron establecer que el crimen tuvo lugar el domingo 16 de agosto, entre las 21 y las 23, horario en el que la atención estaba puesta en la transmisión del fútbol de primera división con el partido entre Boca Juniors y Arsenal se Sarandí.
En ese lapso, Horacelia le pidió a Monzón para dialogar y exponerle sus intenciones de rehacer su vida con otro muchacho. Este punto no habría soportado el acusado, tomó un cuchillo y le propinó tres puntazos en el pecho. Los forenses informaron un corte a la altura del esternón, otro unos pocos centímetros más abajo y un tercero, letal, que le atravesó el corazón. El último cuchillazo fue de 14 centímetros de profundidad.
Luego la descuartizó en cinco partes. Desprendió la cabeza del resto del cuerpo y armó los cinco bultos. Los metió en el carrito para pasear el bebé y comenzó una recorrida por distintos sectores sin que nadie sospechara.