El martes próximo estaba previsto el inicio del juicio por uno de los crímenes más atroces de la historia policial misionera.
Martín Monzón (37) se iba a sentar en el banquillo de los acusados por matar y descuartizar a su concubina, Horacelia Marasca (16), el 16 de agosto de 2015.
Las siete jornadas de debate previstas fueron suspendidas debido a que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) aún no resolvió el recurso de queja presentado por la defensa del acusado.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la suspensión del debate se conoció en las últimas horas, aunque los especialistas consideraron que se trató de una cuestión previsible, en razón de los plazos con los que comúnmente se manejan asuntos similares.
El pedido del defensor oficial Miguel Ángel Varela tiene que ver con la utilización del pentotal sódico, conocido vulgarmente como “suero de la verdad”, para que se conozca, valga la redundancia, “la verdad” de Monzón acerca del hecho.
“En la Justicia nadie le cree a Monzón”, dijo en su momento Varela en una entrevista que concedió a este Diario. Por eso había solicitado al tribunal que se le tomara declaración al imputado bajo los efectos del “suero”, ya que supuestamente ese fármaco “impide que la persona mienta”.
Como el tribunal no hizo lugar al requerimiento, el defensor elevó el recurso al STJ, al considerar que se violaron garantías procesales. De avalarse este pedido se convertiría en una medida inédita en la Justicia de Misiones.
Otra de las cuestiones tangenciales por las que se resolvió la postergación del debate guarda relación con que el fiscal subrogante ante el TP 2 posadeño es Christian Antúnez, quien es titular de la fiscalía de Instrucción 2 (de primera instancia), casualmente está en turno durante este mes, razón por la que se generó una superposición imposible de salvar.
El debate debía comenzar el próximo martes y continuaría el 10, 11, 16, 17, 23 y 24 de este mes. Monzón debía llegar al banquillo acusado por “homicidio calificado por la situación de convivencia prexistente”, delito que prevé una pena de prisión perpetua, es decir, 35 años de cárcel, en caso de ser encontrado culpable. Ahora habrá que aguardar porque el tribunal, presidido por el magistrado Gregorio Busse, fije nueva fecha de juicio.
Conmoción
El 17 de agosto de 2015, Martín Monzón se presentó en la comisaría Séptima de Posadas a radicar una denuncia por la desaparición de su pareja, Horacelia Marasca. Lo que extrañó a los policías es que no llevó ninguna fotografía para que sea más fácil poder buscarla.
Dos días después la madre de Horacelia se presentó en la Comisaría de la Mujer de la UR-I a denunciar la desaparición de su hija y en la presentación cargó todas las sospechas contra su yerno.
Cuando el Juzgado de Instrucción 6 tomó intervención, el magistrado Walter Ricardo Balor ordenó pericias en la vivienda. Hallaron prendas con manchas color escarlata guardadas en un balde con lavandina.
Además, las pruebas con luminol exhibieron grandes rastros de sangre en el baño de la vivienda. Tras ser detenido, Monzón contó que “en una pelea con ella”, Horacelia terminó con un cuchillo clavado en el tórax que le atravesó el pecho hasta llegar la columna vertebral.
La llevó al baño, la desmembró, cargó las partes en bolsas y las transportó en el changuito de su bebé. Arrojó los pedazos en una alcantarilla que desemboca en el arroyo Mártires, en la zona de la Costanera oeste, y en López y Planes y Blas Parera. Varias partes del cuerpo nunca fueron encontradas.