“Hace un año que nos quitaron una hermana y hace un año que no nos cansamos de repetir que buscamos justicia para Claudia y para sus hijos. Es muy doloroso estar acá en la calle y protestando”.
Nancy, Lucy, Juana, Graciela, Norma y Zulma, son las seis hermanas de Claudia Elizabeth Benítez, la taxista de 32 años asesinada hace un año en el paraje Nemesio Parma. De las seis, cuatro encabezaron ayer la manifestación en el Mástil de Posadas (avenidas Mitre y Uruguay) para reclamar esclarecimiento en juicio y castigo para los autores del femicidio.
Las cuatro aguantan las lágrimas en público. Las cuatro por momentos se interrumpen pero todas sostienen lo mismo: “El dolor es muy fuerte, pero nosotras no vamos a parar hasta que logremos justicia por nuestra hermana”.
Dialogaron con PRIMERA EDICIÓN y descargaron sus emociones. Nancy abrió la ronda: “Hoy revivimos la pérdida de una hermana, esto es muy doloroso para toda la familia pero estamos de pie para exigir por los derechos de ella, para que el femicidio se esclarezca y los que le provocaron este final paguen como corresponde, juzgados y con prisión perpetua”.
“La durmieron antes”
Sobre lo sucedido y la investigación que lleva adelante el juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, Graciela tomó la posta: “Nosotras creemos que los que están detenidos (un joven de 29 años y el esposo de Claudia de 40), tienen que ser juzgados porque hay evidencias y pruebas de su autoría”.
Agregó: “Nosotros creíamos en la pareja de Claudia, no sabemos qué pasó pero sí que tiene algo que responder ante la Justicia. Queremos que los dos queden presos para siempre, porque no queremos otra Claudia si estos quedan libres. Uno de ellos ya fue condenado y si la Justicia actuaba a tiempo y lo juzgaban a tiempo y no nueve años después del crimen de Marina Da Silva, hoy nuestra hermana estaría con vida”.
“Estamos seguras que para matarla la tuvieron que dormir con algún sedante y atarla para llevarla y asesinarla. Ella estaba viva antes que quemaran su taxi para borrar las huellas y despistar a los policías del lugar del crimen. Después le quitaron la vida y tiraron en el pozo en Nemesio Parma.
Claudia murió a las 1.30 del 17 de mayo, el auto fue incendiado antes para que no buscaran en el lugar donde tiraron el cuerpo”, manifestó también y redondeó sus sospechas: “El único que sabía que ella iba a reaccionar con fuerza y defenderse era el marido. Por eso la durmió y después la mataron. Montaron hasta los mensajes de texto de celular de un presunto cliente que le pedía el viaje para ir a Parma. Todo eso fue mentira, lo escribieron a los mensajes. Lo pensaron muy bien y con tiempo”.
Zulma se encargó de contextualizar el momento y destacar que luchan también por poder tener la guarda de los hijos de Claudia: “Éramos ocho hermanos hasta mayo del año pasado, siete mujeres y un varón. Hoy para nosotras, las seis, es muy duro salir a la calle y volver a pedir que haya justicia. También queremos que nos permitan el contacto con los dos niños de Claudia, no los podemos ver porque les cambiaron el celular a los chicos y los abuelos paternos no nos permiten ir a visitarlos”.
“Tampoco sabemos por qué ellos, tienen 13 y 9 años, están con los padres del detenido y acusado del femicidio de Claudia. Le ofrecimos a la Justicia todas las garantías para cuidarlos y defender sus derechos y ahora ni siquiera podemos saludarlos. Tenemos el mismo derecho que los abuelos paternos, nosotros somos una familia de mujeres trabajadoras y luchadoras, no tenemos que pedirle nada a nadie porque sabemos cómo esforzarnos”.
Y todas cerraron con firmeza: “Necesitamos ver a nuestros sobrinos porque son parte de nuestra familia, los extrañamos, pedimos por ellos y no nos respondieron aún. Tampoco vamos a dejar de reclamar por ellos”.