Un teléfono celular intercambiado por otro aparato de menor valor y seis mil pesos derivó en pocas horas en la detención de un segundo sospechoso por el femicidio de Claudia Elizabeth Benítez. Un joven de 27 años fue aprehendido ayer por la mañana en una vivienda del barrio Sol de Misiones II por orden del juez de Instrucción 7, Miguel Mattos, bajo la sospecha de haber participado del asesinato de la taxista de 32 años, ultimada a puñaladas en el cuello y arrojada en un pozo de siete metros de profundidad en una propiedad abandonada del paraje Nemesio Parma, detrás del Parque Industrial Misiones, en esta capital.
El juez de la causa e investigadores de la Dirección Homicidios, tras la intervención de los peritos de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC), realizaron el procedimiento de arresto de Franco Jesús Ramos, quien aguardaba en libertad ser juzgado por un hecho similar registrado también en Nemesio Parma pero en diciembre de 2013.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el miércoles los peritos informáticos y expertos en comunicaciones de la SAIC comunicaron al juez Mattos que el IMEI del teléfono que poseía Claudia Benítez, un Samsung Galaxy A12, se activo con una “línea telefónica limpia”, por lo que identificaron al titular de la nueva cuenta y procedieron al rastrillaje para ubicarlo.
La labor de los efectivos de la Dirección Homicidios fue intensa y sigilosa y les permitió dar con el poseedor del celular en proximidades al barrio mencionado.
No se resistió a los investigadores y aportó los datos para establecer quién le vendió el teléfono. De inmediato trascendió el nombre de “Jesús” como el sospechoso y poco después su identidad completa: Franco Jesús Ramos, uno de los cuatro acusados de matar y arrojar a un pozo en Nemesio Parma entre el 18 y 31 de diciembre de 2013 a Marina Da Silva (19), causa que aguarda debate en el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial.
Franco Ramos fue detenido minutos antes de las 10 de ayer en su vivienda de la calle 210. No tuvo tiempo a reaccionar, la manzana estaba rodeada por efectivos policiales encabezados por el juez de la causa.
En el inmueble, los peritos de la Dirección Policía Científica secuestraron prendas de vestir y tres celulares, dos que pertenecerían a Ramos y uno a su pareja.
Los aparatos de comunicación quedaron a disposición de los técnicos de la SAIC, mientras que Franco Ramos fue detenido por miembros de la Dirección Homicidios y a disposición del magistrado que instruye el expediente.
Tras el adelanto en exclusiva en el portal digital de noticias www.primeraedicion.com.ar, el procedimiento trascendió y el impacto fue aún mayor al confirmarse que el segundo sospechoso tras las rejas se trataba de un imputado por una causa que lleva más de ocho años sin resolución: el femicidio de Marina Da Silva.
Ramos y su amigo Alejandro “Pili” Da Silva, además de Juan Ángel Portal y Omar Rito Ramírez, son los cuatro acusados en la causa elevada a juicio en el Tribunal Penal 2. Pero de ellos, fue Ramos el último al que se lo beneficio con el cese de la prisión preventiva. Esto ocurrió en junio de 2020.
Todos están encartados por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”.
Próximos pasos
La aprehensión de Ramos, joven vinculado ahora a la instrucción de la causa por el femicidio de Claudia Benítez, implica que deberá ofrecer una coartada sólida para recuperar la libertad.
Lo que no remite dudas es que el aparato secuestrado corresponda a la víctima fatal y los testimonios recogidos por la Dirección Homicidios lo apuntan como el “reducidor o vendedor” al menos del celular, tras el crimen a puñaladas ocurrido durante la mañana del martes 16 de mayo en el paraje Nemesio Parma.
El cuerpo de Benítez fue hallado dos días después en un pozo de agua en una propiedad abandonada detrás del Parque Industrial. Le quitaron la vida a puñaladas en el cuello y arrojaron a la perforación, pero se estima que previo a ello la taxista fue golpeada en el rostro hasta perder el conocimiento.
Mientras Ramos aguarda ser citado a indagatoria por Mattos, la investigación apuesta a los avances que puedan surgir de los teléfonos celulares secuestrados y de los testimonios en torno al segundo sospechoso.
Entre las posibilidades se baraja la conexión o no entre Ramos y el esposo de Claudia Benítez, un empleado farmacéutico de 39 años quien está imputado provisoriamente por “homicidio calificado” y que fue demorado el mismo día en que el automóvil de la taxista fue hallado ardiendo en la avenida del Té de Nemesio Parma. Dos días después, el 18 de mayo, fue hallado el cadáver en el pozo tras los datos aportados por un testigo el día anterior que aseguró ver un taxista rondando la zona conocida como Campo Bauer, en Parma.
Para descartar o establecer el vínculo entre ambos sospechosos, el juez espera el análisis a los celulares mencionados, pero también los cotejos a las pruebas de ADN a los registros tomados en el cuerpo de la víctima como a los detenidos.
Hasta el momento, detalles de autopsia, horarios, testigos y relevamientos de cámaras de seguridad apuntan a que Claudia Benítez fue llevada inconsciente hasta el lugar donde la asesinaron a puñaladas y que el taxi (Chevrolet Corsa Classic) fue conducido por una solar persona y luego quemado a casi tres kilómetros del punto donde fue encontrado el cuerpo.
Cabe señalar que el crimen fue cometido entre las 6.30 y 7.40 del martes 16 de mayo, que Claudia Benítez recibió un mensaje de texto para realizar su primer viaje de la mañana hasta Nemesio Parma para trasladar a tres personas, presuntamente del barrio Sol de Misiones 2.
En ese lapso de tiempo, el vehículo fue visto por varias personas, testigos que fueron recogidos luego del hallazgo del cuerpo pero que ayudaron a sostener la labor de investigación.
Femicidio de Marina: ocho años en espera de esclarecimiento
Dos mazazos en la cabeza mataron a Marina Da Silva. El cuerpo fue hallado el 31 de diciembre de 2013, semidesnudo y a medio sumergir en un pozo con agua del paraje “Campo Bauer”, en Nemesio Parma. La joven de 19 años desapareció doce días antes.
Dos años después, en 2015, la fiscal de Instrucción 7, Patricia Inés Clérici, requirió la elevación de la causa a debate oral y público por “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Cuatro hombres fueron acusados: el entonces concubino Franco Ramos y un amigo de este, Alejandro “Pili” Da Silva. Además de Juan Ángel Portal, presunto amante de víctima fatal y Omar Rito Ramírez, dueño de una olería en la que trabajaban los involucrados.
La instrucción del expediente correspondió al juez Ricardo Walter Balor, quien dispuso la excarcelación de Da Silva, Ramírez y Portal porque los investigadores tuvieron acceso a una carta que el concubino de Marina envió a un amigo con detalles de lo que debía declarar en sede judicial. Franco Ramos fue excarcelado en junio de 2020 por el Tribunal Penal 2, pero los cuatro deben ser juzgados.
El juicio está en la agenda del TP-2, cuya conformación formal pudo completarse en 2019 con la designación de Carlos Jorge Giménez. Durante mucho tiempo este tribunal debió ser subrogado por jueces de instrucción y camaristas del Tribunal Penal 1. Incluso hasta noviembre de 2020 no tuvo fiscal titular. Fue designado Vladimir Glinka. Los debates previos debieron ser cubiertos por el fiscal Martín Rau, fiscal del TP-1.