El próximo lunes, los camaristas del Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial resolverán si el juicio por el femicidio de Horacelia Génesis Marasca se iniciará o no 48 horas después para juzgar a Martín Monzón por el delito que prevé pena de prisión perpetua.
Ayer, el fiscal del Tribunal rechazó el planteo que puso en duda el debate. Vladimir Glinka no admitió validez a la recusación que el defensor oficial Miguel Ángel Varela presentó por la designación como subrogante del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, Varela sostiene que un tribunal en debate debe estar integrado en su totalidad por camaristas de sentencia, no magistrados de la etapa de instrucción de expedientes.
El planteo sorprendió porque sería, de lograr Varela su objetivo, la cuarta suspensión o intento por esclarecer una causa que se inició en agosto de 2015 en Villa Cabello cuando hallaron descuartizada y los restos esparcidos en bolsas de residuos a la adolescente de 16 años y madre entonces de un bebé de siete meses.
Tres suspensiones
La causa fue elevada a juicio por el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, en agosto de 2016 y desde ese momento el expediente trajinó entre apelaciones y solicitudes de medidas de la defensa.
Las tres suspensiones del juicio se registraron en 2018, 2019 y 2020 y es el Tribunal Penal 2 el encargado de que se resuelva la causa que mantiene en prisión al concubino de la víctima fatal.
Uno de los principales recursos que demoró el debate fue el que desde el inicio de la causa sostiene el defensor Miguel Varela y consiste en su pedido de que Monzón sea indagado bajo los efectos del pentotal sódico o suero de la verdad.
Martín Monzón está encartado por asesinar a Horacelia Marasca, por “femicidio agravado por la convivencia preexistente y por mediar violencia de género”, figura prevista en el artículo 80 del Código Penal.
El debate tiene agendadas ocho audiencias, desde el 1 al 10 de marzo, con una extensa lista de testigos citados y puntilloso análisis para que debatan el fiscal del TP-2, Vladimir Glinka y el defensor oficial mencionado, ante los jueces Yaya, Busse y Verón.
El pedido de recusación que presentó el defensor Varela, según voces judiciales intachables, causó malestar en el Tribunal Penal 2.
Si bien se remarcó que el instrumento es legal como recurso, como mínimo se lo catalogó como “polémico” y particularmente contradictorio porque el mismo abogado ya participó con su función en otros juicios en los dos tribunales posadeños en los que la composición del tridente de jueces se completó con magistrados de instrucción penal.
Uno de estos juicios, de trascendencia comunicativa, fue el caso Roberto Manuel Del Balzo en junio de 2012, en el que Varela defendió al expolicía Cristian Kondratiuk, uno de los acusados de asesinar al abogado, el restante fue el estudiante universitario Jorge Da Rosa. En este juicio fue vocal subrogante, César Antonio Yaya, por entonces juez de Instrucción 2, y hoy presidente del Tribunal Penal 2.
Siete años y seis meses
El femicidio de Horacelia Génesis Marasca lleva siete años y seis meses sin respuesta de la Justicia. El cuarto intento de juicio oral a Martín Fernando Monzón (39) busca esclarecer lo sucedido durante la noche del domingo 16 de agosto de 2015 en un departamento de Villa Cabello, zona oeste de esta capital.
La adolescente de 16 años fue asesinada a puñaladas y su cuerpo descuartizado en cinco partes que el mismo imputado habría descartado en bolsas plásticas en distintos puntos de las inmediaciones, incluso en la costa del arroyo Mártires.
Monzón está encartado por asesinar a Horacelia Marasca, por “femicidio agravado por la convivencia preexistente y por mediar violencia de género”, figura prevista en el artículo 80 del Código Penal.
El juez Ricardo Balor, con los primeros informes policiales en mano ordenó pericias en la vivienda de la chacra 150 y el horror emergió: hallaron ropas de mujer y de hombre con manchas de sangre en un balde con lavandina. Pero también las pruebas del reactivo luminol exhibieron rastros compatibles con sangre en el piso, azulejos y demás elementos del baño.
Tras ser detenido, Monzón admitió que “en una discusión y pelea”, Horacelia terminó con un cuchillo clavado en el pecho hasta llegar a la columna vertebral.
Aseguró que la llevó al baño, la desmembró, cargó las partes en bolsas y las transportó en el changuito de su bebé, mientras simulaba un paseo habitual durante la madrugada del 17 de agosto.
Pocas horas después de su detención, los investigadores de las direcciones Homicidios y Policía Científica hallaron restos en varios puntos de la desembocadura del arroyo Mártires, costanera Oeste y en el cruce de las avenidas López y Planes y Blas Parera.