“No hay un solo día que no pensemos en ella, que la recordemos”, afirman las hermanas Rafaela y Liliana Gómez antes de comenzar el diálogo telefónico con PRIMERA EDICIÓN.
Ambas perdieron de la peor forma a su hermana Gladis, quien tenía 39 años cuando la mataron en un fallido asalto el pasado 2 de marzo, en el comercio que atendía en Oberá. El asesino no robó nada, pero le arrebató la vida a la víctima. A su vez, destrozó a toda una familia.
“Gladis tenía muchos sueños y proyectos, ayudar a mi papá en la chacra era uno de ellos. Plantar y cosechar verduras y frutas para poner un negocio propio era otro…y todo quedó en la nada”, contó Liliana, quien tiene 35 años.
Por su parte, Rafaela, quien recientemente cumplió 39 años (es la segunda hermana después de Gladis), recordó lo querida y apreciada que era su hermana por gran parte de la sociedad obereña.
“Era catequista y justamente el domingo pasado fueron las fiestas de la Parroquia Cristo Rey, donde ella se desempeñaba. La recordaron con mucho cariño y nos contaron que se sintió mucho su ausencia. Ella colaboraba, ayudaba y era muy querida en esa comunidad religiosa. Todo esto nos va a afectar toda la vida, por ello le pedimos a la Justicia que sean claros a la hora de investigar y que informen lo que está sucediendo en la causa. En su momento nos enteramos por el diario que los dos detenidos tienen prisión preventiva. Por eso ahora como familia contamos con una abogada querellante, que nos mantiene al tanto de los avances en el expediente”, expresó.
Seguidamente, señaló que su hermana Gladis hubiera festejado su cumpleaños el pasado 12 de septiembre y que fue una fecha triste porque al día siguiente se cumplió otro mes de su ausencia. “Se nos juntaron las fechas y eso aumentó nuestro dolor”.
“Queremos perpetua”
Respecto a la investigación del crimen de Gladis, a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá, cuyo titular es el magistrado Pedro Benito Piriz, su hermana Rafaela manifestó que “les pedimos a las autoridades que la causa sea elevada a juicio antes de fin de año, ellos -por los detenidos- tienen prisión preventiva y según sabemos, están en condiciones de ser juzgados. Nos enteramos que hubo algunos planteos de la defensa de uno de los acusados, pero todo indica que hay evidencias en su contra. Queremos que vayan a juicio lo más pronto posible y pedimos que reciban perpetua por lo que hicieron, que paguen con todo el rigor de la Ley”.
Tal como publicó este Diario, el juez Piriz recientemente les atribuyó a ambos involucrados la presunta comisión del delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa dando como resultado homicidio”, ordenando su inmediato traslado y alojamiento en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul.
Gladis fue atacada el miércoles 2 de marzo último en el comercio que atendía sobre la calle Piedrabuena de Oberá. A las 21 irrumpió un ladrón y le exigió que le entregue dinero. Cuando le respondió que no tenía, el hombre le efectuó un disparo que le impactó arriba de la ceja derecha. El malviviente escapó junto a un cómplice que lo aguardaba en una motocicleta.
Fue la propia víctima quien alcanzó a pedir ayuda. Cuando llegó la policía estaba consciente y les relató lo que había sucedido. Pero tras once días de agonía falleció. Los dos sospechosos se domiciliaban en el barrio Caballeriza de Oberá. Tienen 27 y 28 años. Durante la instrucción de la causa ambos imputados declararon y negaron los cargos en su contra.
“Secuelas del dolor”
Rafaela relató que su padre aún tiene secuelas por lo que vivió la noche en el que le dispararon a su hija mayor. “Él comenzó a tener problemas de presión y tuvo que ser hospitalizado muchas veces. Actualmente tiene que estar medicado todo el tiempo. En el caso de mi madre, ella lleva el duelo a su manera, no quiere hablar ni tocar el tema. Todo esto repercute en la familia, en la salud física y mental, y en vez de estar unidos como antes no podemos juntarnos porque es muy triste. Ya no pensamos más en festejar cumpleaños, ni Navidad, nada…, ningún tipo de reunión porque reflota toda la tragedia”, expresó Rafaela con dolor.
Luego relató que en febrero pasado fue el cumpleaños de uno de sus sobrinos, quien adoptó desde pequeño como madrina y tía favorita a Gladis. En esa fecha la familia estuvo reunida por última vez: “Nunca hubiera imaginado que era nuestra última fiesta con Gladis. Estuvimos todos”.
“Recientemente hubo una misa en la fecha por el cumpleaños de Gladis y otra en el día de los difuntos (2 de noviembre) en el lugar del cementerio donde ella descansa. Estamos organizando otra para cuando se cumpla un año de su partida”, adelantó.
“¿Por qué esperan tanto?”
Finalmente, Liliana agregó que “como familia estamos pidiendo que haya celeridad en la causa. Sabemos que la Justicia es demasiado lenta a veces, vemos otros casos acá en Oberá, donde también suceden cosas poco claras. Por eso pedimos transparencia en lo que se está investigando. Sabemos que a través de su abogada uno de los detenidos pidió ser beneficiado con la absolución, en ese caso y suponiendo que no sean culpables, queremos que atrapen a los responsables“.
“Y si esos dos no fueron los autores, entonces que aparezcan los culpables ¿quién se hará cargo si son liberados? ¿Por qué esperan tanto para elevar el caso a juicio, si supuestamente hay pruebas? Todas estas preguntas nos llevó a buscar una abogada querellante que nos informa de lo que ocurre en la Justicia con nuestro caso”, explicó.
Vale añadir que actualmente, en el mencionado Juzgado se analiza un pedido de falta de mérito de uno de los acusados por el homicidio de Gladis.