A tan sólo 40 kilómetros de Posadas, se encuentra la Granja El Ñandú, de la familia de Teresa Alvez y Pedro Heijo, quienes hace años compraron una chacra en el pueblo, a la que primero iban de modo periódico y luego resolvieron instalarse de manera permanente. Con la pandemia y la ayuda de la familia decidieron dotarlo de infraestructura y abrirlo al público, para recibir familias, estudiantes y otros grupos que deseen pasar un momento distinto en contacto con la naturaleza y lejos del ruido de la ciudad.
El espacio, de 32 hectáreas ofrece no solamente abundante sombra, amplias zonas de césped y aire puro, sino también disfrutar de los más variados animales de granja que circulan de manera libre, como ñandúes, caballos, gansos, gallinas, cabritos, ovejas y peces, que son parte del emprendimiento de piscicultura que tiene la familia Heijo, en su chacra.
Y quienes transitan por los senderos del monte (dos de media intensidad y uno de alta) pueden observar especies autóctonas como monos, coatíes, venados, tatúes y numerosos tipos de aves que se mantienen en su hábitat silvestre.
“Somos parte del proyecto Camino de los cerros, del Municipio de Profundidad y la idea de nuestro emprendimiento es recibir a la gente que desee compartir y pasar un día diferente a lo que es en la ciudad, a disfrutar en familia, con amigos”, invitó Teresa a través de PRIMERA EDICIÓN.
Agregó que quienes se adentren en el silencio del monte podrán vivir una experiencia única, que incluye que los animales silvestres se muestren.
En familia
Teresa detalló que adquirieron la propiedad hace unos 24 años, mientras todavía vivían en Posadas. “Hace casi 20 años que estamos en Profundidad. Decidimos venirnos por la salud de mi esposo y esto fue un volver a nacer. Ahora, junto a mis cinco hijos, mi esposo y 13 nietos tomamos la decisión de comenzar con este proyecto. Es bien en familia, todos aportan para que funcione. Mis hijos, nueras, yernos, todos ponen lo suyo para sacarlo adelante”.
Iniciaron con la creación y limpieza de los tres senderos que ofrecen para recorrer el lugar, que en su punto más alto se transforma en un mirador, desde donde se puede observar Fachinal e incluso, se puede ver la Cruz de Santa Ana. Luego continuaron con la obra de sanitarios y salón abierto. Ahora siguen planificando para ampliar los servicios.
Actualmente ofrecen quincho con mesas, baños con duchas, un fogón y estacas para preparar de manera particular los alimentos que quieren consumir o también se puede optar por contratar el servicio de la familia, que elabora los productos de manera casera y artesanal.
“En breve queremos construir parrillas y mesas para que más gente pueda venir a pasar el día. Actualmente lo pueden hacer, pero requiere de hacer reservas previas, para organizarnos y recibirlos de la mejor manera, a costos muy accesibles. Queremos que la persona que venga la pase bien, se vaya contento y nos recomienden”.
La granja El Ñandú, es parte del proyecto “Camino de los cerros”, de Profundidad, para reservas deben comunicarse vía Whatsapp al 3764141789, también pueden tener más información del emprendimiento a través de Facebook.