Unas 300 personas participaron ayer de la marcha en pedido de seguridad, paz y justicia que convocaron los comerciantes tras la muerte de Gladis Gómez (39), la mujer asesinada el mes pasado en un intento de asalto en el negocio donde trabajaba.
La movilización se inició puntualmente a las 20 en el Centro Cívico de Oberá, frente a la Catedral San Antonio. Los participantes realizaron un recorrido por las calles de la Capital del Monte, regresando al lugar de partida, donde se hizo lectura de una proclama.
En la oportunidad PRIMERA EDICIÓN dialogó con algunos de los participantes, entre ellos Adriana Kosnicki, integrante de Comerciantes Autoconvocados de Oberá.
Marcha en Oberá por justicia y seguridadhttps://t.co/Cl3oTvPo12 pic.twitter.com/zeRVBSAK80
— Primera Edición (@primeraedicionw) April 5, 2022
“Pese a la llovizna y de igual manera estuvimos presentes, con paraguas, pilotines y botas de agua, como nos aconsejó el obispo. En cuanto a la inseguridad hay varios casos en la localidad y es algo que no puede naturalizarse, no podemos naturalizar que nos roben porque el detonante es lo que le sucedió a nuestra colega, a Gladis. Estamos en contacto y dialogando con todas las comisiones barriales, presidentes de distintos barrios y de foros de seguridad para conformar un comité de seguridad. Hay que pensar que los próximos podemos ser nosotros, tenemos que pensar como comunidad y que solos no podemos, que debemos unirnos”.
Por su parte, Daniel Alberto Milde, presidente de la Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (CRIPCO) manifestó que “es necesario manifestarse pacíficamente como se propone en esta marcha, pero sobre todo no siendo indiferente que la indiferencia hoy está complicando mucho a la sociedad y genera cosas no muy buenas. No se debe naturalizar algo que en Oberá no estamos acostumbrados y ojalá que no nos acostumbremos a esto que es la inseguridad. Pediría a la sociedad que cuente con nosotros y le diría que nosotros contamos con ellos, es un trabajo que hay que hacer en conjunto, sólo una parte no lo puede hacer. De nuestra parte, hablo de los comercios y comerciantes siempre estamos dispuestos a hacer lo mejor que se pueda y lo que esté a nuestro alcance, confiamos en lo que están haciendo las autoridades y estamos acá para eso”.
También estuvo el padre Eduardo Alfonso, de la parroquia Cristo Rey, donde Gladis Gómez era catequista.
El sacerdote refirió que “ella (por la víctima) era un miembro de nuestra familia, de la parroquia. Mi tarea ahora como pastor es levantar la voz. Me duele que una persona que ganaba su pan le haya pasado eso. Ella defendía su fe y era firme en sus convicciones”.
Respecto a la marcha el párroco opinó que “la gente reclama que la Justicia hace la vista gorda, ante varios hechos. No tenemos respuestas y cualquier cosa puede pasar mañana con cualquiera de nosotros. Esto nos incumbe a todos, comerciantes y comunidad en general“. A nosotros cuatro veces nos robaron en la parroquia y no sabemos quienes fueron. La inseguridad en Oberá no es una percepción, es un hecho. La sensación es que la Justicia no va a actuar. Deberían hacer algo por la gente y no esperar tanto”.
Proclama
Organizadores de la marcha leyeron una proclama que entre otras cuestiones expresó: “Los comerciantes de Oberá nos vemos afligidos ante los hechos delictivos que nos vienen aquejando hace rato. La muerte de una colega nos ha hecho ver que estamos solos, sin amparo, y ante una situación que va empeorando con el tiempo. La sociedad no llega a saber todos los hechos delictuosos que sufrimos, como el encañonamiento del esposo de una comerciante, con un bebé de tres meses detrás en la camioneta, ocurrido sobre la avenida Sarmiento. O golpes a una empleada a quien le robaron la recaudación del día, en esa misma cuadra. Mecheros, ladrones, deambulando por el pueblo. Todo esto sucede a una cuadra de la comisaría Primera, en pleno centro de la ciudad, no sólo en los suburbios o en las periferias. Es por esto que pedimos a las autoridades pertinentes: circulación de la policía por todas las calles de la ciudad. Instalación de cámaras de seguridad en toda la comuna. Más trabajo en la prevención de drogas y adicciones en general. Equipamiento en las comisarías y capacitación del personal policial. Más luces en la ciudad, hay áreas muy oscuras, que sumado al poco control policial ayuda a que proliferen hechos delictivos en esas zonas”.
El crimen
Gladis fue atacada el miércoles 2 de marzo último en el comercio que atendía sobre la calle Piedrabuena de Oberá. A las 21 irrumpió un ladrón y le exigió que le entregara dinero. Cuando le respondió que no tenía nada para entregarle el hombre le efectuó un disparo que le impactó arriba de la ceja derecha.
El malviviente escapó junto a un cómplice que lo aguardaba en una motocicleta. Fue Gladis quien alcanzó a pedir ayuda. Cuando llegó la policía estaba consciente y les relató lo que había sucedido. Tras once días de agonía se produjo la muerte de la comerciante. Por el hecho hay dos detenidos.