Investigadores de la policía profundizan por estas horas las pistas que permitan ubicar a la mujer, testigo clave, que acompañaba a uno de los tres detenidos por la balacera frente a la parroquia Sagrada Familia el jueves 27 de enero. Su testimonio aportaría claridad a lo sucedido antes y después del tiroteo en el que habrían participado Guillermo Tovías Yohel Pereyra (26) y el fallecido Héctor “Keko” Sotelo (36).
Los pesquisas, de las unidades regionales I y X y las direcciones Investigaciones Complejas y Homicidios no descartan más detenciones en las próximas horas. Cabe recordar que un joven de 22 años, Yohel Pereyra y su padre fueron aprehendidos y están a disposición del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo.
Lo que se vincula casi con certeza es que el ataque a tiros que sufrió en el barrio A3-2 un hermano (32) de “Keko” Sotelo el martes 18 de enero a las 23, decantó en el posterior “ajuste de cuentas” a tiros en el centro de esta capital.
Lo que aún no cierra en el circulo investigativo es quién o quiénes perpetraron el ataque de la zona sur de Posadas (A3-2) y si tienen algo que ver el ahora imputado por “homicidio” Yohel Pereyra.
El joven de 22 años detenido durante los nueve múltiples allanamientos el miércoles 2 de febrero, después de lo ocurrido frente a la Sagrada Familia, es amigo íntimo de Pereyra y desde el entorno y familia de la víctima fatal lo habrían señalado como participe o al menos es quien iba en un Volkswagen Up desde donde dispararon más de diez veces e hirieron en el pie a otro de los sobrinos de Cristian “Casimiro” Sotelo, entrenador de fútbol que murió baleado el 13 de junio del 2021 frente a su casa en el barrio A3-2 cuando intentó frenar un tiroteo.
En cuanto a la joven que estaba con Pereyra el 27 de enero, los datos apuntan a que reside en Garupá, no lejos del barrio Ñu Porá.
Dos autos sin aparecer
Otro aspecto que remarcan los investigadores es que hay dos vehículos ligados presuntamente a estos dos hechos que no fueron secuestrados hasta el momento: un Volkswagen Up blanco y un Chevrolet Cruze gris. El primero utilizado en el ataque de A3-2 y el restante que “rescató” a Yohel para que escape y se profugue durante seis días, tras el la balacera frente a la iglesia.
Sin embargo, a esta trama le faltarían varias piezas más. Por ejemplo, las personas aún no identificadas y que participaron como tiradores de ambos hechos, uno por los disparos en A3-2 y el restante que acompañó a “Keko” Sotelo.
Vale recordar que Sotelo falleció luego de varios días de agonizar en el Hospital Ramón Madariaga. Una infección fue determinante en su pulmón derecho, el que resultó lesionado por una bala calibre 9 milímetros, de la pistola que blandió Yohel Pereyra en su presunto intento por defenderse de la “venganza” que habría procurado “Keko”.
El arma fue secuestrada junto a tres rifles, uno de aire comprimido, y una pistola 11.25 en la casa del Roberto Carlos Pereyra (49) padre de Yohel sobre la colectora Papa Francisco del Acceso Sur.