Nueve horas después de ser detenido en San Javier, como presunto autor de las lesiones a su supuesto adversario en un tiroteo ligado a ajustes de cuentas por actividades delictivas el jueves 27 de enero frente a una parroquia, se agravó al límite su situación legal porque de la imputación por “homicidio en grado de tentativa” ahora deberá responder por “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego” tras la confirmación del deceso en el Hospital Madariaga de Héctor “Keko” Sotelo (36).
Siete días de agonía atravesó Sotelo tras el enfrentamiento a balazos en la avenida Roque Sáenz Peña casi Tucumán. Ayer pocos minutos antes de las 6, su fallecimiento fue notificado por los galenos al efectivo de la comisaría Cuarta que lo custodiaba en Terapia Intensiva en condición de detenido como presunto partícipe del intercambio de disparos frente a la parroquia.
Mientras la confirmación se transformaba en noticia, el joven de 26 años fue alojado en la dependencia de la Unidad Regional I ya bajo la carátula de las actuaciones agravadas.
La secuencia de novedades se amplió con los informes de la Policía Científica, cuyos peritos determinaron que la pistola nueve milímetros secuestrada en una vivienda de la colectora del Acceso Sur (barrio Papa Francisco en el sur de Posadas), donde fue detenido el padre del presunto tirador atrapado en San Javier, fue la utilizada para lesionar a “Keko” Sotelo.
Los cotejos a los casquillos y plomos obtenidos frente a la parroquia coincidieron plenamente con los proyectiles o muestras obtenidas en el banco de pruebas de los peritos policiales.
El arma fue una de las encontradas junto a rifles de varios calibres y una pistola 11.25 en la camioneta Toyota Hilux blanca en la vivienda del progenitor del sospechoso, a quien se le notificó además el inicio de una investigación judicial federal por violar la Ley 23.737 porque en el mismo vehículo se encontró una bolsa con casi 60 gramos de marihuana. Este detenido de 49 años y conocido como propietario de una chatarrería en el barrio Ñu Porá de Garupá, deberá responder también ante el juez Marcelo Cardozo por la tenencia ilegal de armas y la posible complicidad o encubrimiento en los siete días que se mantuvo prófugo su hijo.
Durante los nueve allanamientos que se realizaron el miércoles en jurisdicción de la Unidad Regional X, también fue aprehendido un joven de 22 años en el barrio Santa Clara de Garupá, de quien se sospecha tuvo participación en el ataque -también a tiros- diez días antes y a uno de los hermanos de “Keko” Sotelo en el barrio A3-2.
De este episodio violento se presume que los hermanos Sotelo intentaron vengarse frente a la Sagrada Familia, a las 15 del 27 de enero.
Pero para las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN el primer escalón de la seguidilla de incidentes corresponde a “mejicaneadas” ligadas a la venta y distribución de estupefacientes, principalmente marihuana prensada.
Una pérdida de dos millones de pesos, habría caldeado la bronca al extremo, según comentaron investigadores experimentados.
De no mediar imponderables, hoy serán indagados los tres detenidos hasta el momento en la causa. Resta ubicar al hombre que acompañó a “Keko” en el tiroteo y a la novia del presunto homicida.