El último parte médico que se dio a conocer respecto al estado del hombre de 36 años, sobrino del entrenador de fútbol Cristian Andrés Sotelo (asesinado en junio de 2021), muestra que sus condiciones de salud no han cambiado en función de las lesiones por las que ingresó al centro asistencial de la capital. Fuentes consultadas revelaron que continúa en estado crítico con riesgo de muerte debido a una herida perforante en región costal derecha y región esternal media, herida perforante en pierna derecha. Todas compatibles con heridas por arma de fuego.
Pero las mismas fuentes confirmaron que lo que mantiene en riesgo al hombre es que una de esas heridas le provocó un desgarro en el pulmón derecho.
Justamente ese delicado estado de salud no le permite al juez que interviene en la causa, Marcelo Cardozo, avanzar en cuanto a testimoniales y enterarse de más detalles en el suceso que alertó a la población posadeña por tratarse de un hecho poco común. Es que la balacera se produjo a plena luz del día, en una plaza pública, frente a una capilla y no hubo más heridos de milagro.
Por lo pronto el herido tiene custodia policial y hace unos días, su hermano quien iba con él en el vehículo cuando se generó el intercambio de disparos, fue liberado pero sigue supeditado. Es que la prueba de parafina o guantelete le dio resultado negativo y en cambio al hombre que está internado positivo.
Si bien la policía casi desde un principio intensificó la búsqueda al segundo tirador, los diversos procedimientos y operativos por Posadas y Garupá no han dado los resultados esperados. El rastrillaje quedó ampliado por toda la zona sur de la capital, Candelaria y Garupá pero no se mantienen ajenos a la búsqueda de un Chevrolet Cruze gris desde las otras unidades de la provincia.
Se cree de acuerdo a las investigaciones e imágenes de las cámaras de seguridad, que el sospechoso de 41 años escapó en ese vehículo con una mujer que lo acompañaba en la plaza antes que lo atacaran a balazos y este respondiera de la misma manera.
También como reveló este Diario hace unos días, el hombre buscado está supeditado a la causa en la que investigan el homicidio de la sargento de Policía Romina Rodríguez (27), ocurrido el 2 de junio del 2020 en Garupá.
Además, fuentes indicaron que no sería el primer inconveniente que tuvo desde su liberación hace unos meses ya que lo vinculan como sospechoso en varios delitos por el interior e incluso una denuncia por violencia de género. Además, de la agresión a un efectivo policial durante su detención.
Respecto al contexto del tiroteo, está salpicado con “venganza”, pero también en la lucha por el poder de “manejar” el tráfico ilegal de armas de fuego en la zona sur de Posadas y Garupá. Se presume que el enfrentamiento está ligado a esa cuestión y también al narcomenudeo.
Sin embargo, el principal motivo de esta contienda tendría que ver con la venta de armas de fuego que se roban y luego alquilan para hechos delictivos. Tal es el caso del robo y muerte de la sargento Rodríguez, asesinada con el arma hallada luego en manos del ahora prófugo, quien en ese momento adujo que la había comprado para “reventa” y sin saber su procedencia.
La seguidilla de hechos cobró impulso el pasado 18 de enero en el barrio A3-2, donde intentaron matar a un sobrino de Cristian Andrés “Casi” Sotelo (41), asesinado en junio del año pasado.
Lo que se pensaba que podía ser una venganza por parte de allegados a los detenidos por el crimen de “Casi”, perdió fuerza cuando investigadores conocieron el trasfondo de ese episodio que trajo como consecuencia el tiroteo del último jueves 27 de enero.