¿Cuál es la imagen más dura que un niño de seis años pueda observar, oír o soportar?
Ayer, entre las 7 y 7.20, en el barrio Horacio Quiroga de Garupá el horror extremo fue presenciado por un menor que vio como mataron a su madre embarazada de un disparo en la cabeza, oyó los estampidos, lo despertaron los gritos y debió correr para suplicar auxilio.
El sangriento ataque se produjo en una vivienda de la calle Guaraní casi Caá Yarí, sector próximo a la estación de Bomberos de Garupá y la autovía acceso Sur y tuvo como víctima fatal a una sargento de la Policía de Misiones, Romina Beatriz Rodríguez (35) a quien habrían intentado asaltar al menos tres jóvenes quienes irrumpieron por la fuerza en su hogar en remodelación y le quitaron la vida de un balazo calibre 22 en el cráneo.
Tras el alerta del niño, los vecinos que también escucharon las detonaciones llamaron al servicio de vigilancia 911 y de inmediato arribó una patrulla de la seccional Quinta, perteneciente a la Unidad Regional X y ante el macabro escenario se sucedieron los arribos de las autoridades policiales pertinentes, efectivos de las direcciones Homicidios, Investigaciones Complejas, Cibercrimen, además de los pesquisas de la propia UR-X.
Todos se desplegaron bajo la presencia del juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, de turno durante junio y amplio conocedor de la jurisdicción por haber sido juez de Faltas, en su anterior función pública.
Los investigadores fueron dando los primeros pasos firmes y de allanamientos realizados en las inmediaciones deshilvanaron hipótesis y sospechosos.
Las cuatro aprehensiones y demoras clave se produjeron entre el mediodía y tarde de ayer, en los barrios próximos Santa Clara, Villalonga y Ñu Porá , en los que fueron detenidos cuatro jóvenes entre 18, 19, 22 y 28 años, de los cuales tres quedaron seriamente comprometidos a disposición de las actuaciones judiciales próximas.
En cuanto la causa del deceso, la autopsia adelantó que correspondió a un disparo en la cabeza. Según la estimación de los peritos y en la consulta con fuentes de PRIMERA EDICIÓN, realizado a corta distancia.
De acuerdo a la posición en que fue hallado el cuerpo de Rodríguez, habría intentado levantarse de la cama alarmada por la presencia de los delincuentes armados, pero sólo habría logrado tomar su teléfono móvil cuando se desataron los estruendos.
Uno de los balazos impactó en el celular y otro en una puerta de la pequeña dependencia o monoambiente en la que la víctima junto a su hijo y su pareja, empleado municipal de Posadas que había salido en su motocicleta a trabajar minutos antes, habitaba mientras intentaban ampliar el inmueble hacia el fondo del terreno.
Según las primeras pericias de la Policía Científica, las municiones corresponden a un arma calibre 22, se trataría de una pistola ya que fueron hallados casquillos en el lugar.
Pero también investigan si los atacantes huyeron con el arma reglamentaria de la suboficial, una pistola nueve milímetros.
El drama de la tragedia golpeó con mayor crudeza cuando el concubino de Rodríguez confirmó que ella estaba por finalizar el sexto mes de embarazo y que esperaban una niña.
Y que su nuevo hogar lo ampliaban metro a metro y comprando materiales con sus ingresos laborales, que no eran holgados pero que cada tramo de pared o muro para una casa más grande los entusiasmaba.