Tras permanecer internado desde el 27 de enero último, sedado y conectado a un respirador luego de recibir un disparo, este jueves falleció Héctor “Keko” Sotelo, sobrino del entrenador de fútbol Cristian Andrés Sotelo, “Casimiro”, asesinado en junio del 2021 en el barrio A3-2. Horas después de las detenciones de tres personas en operativos realizados ayer.
Durante la mañana del miércoles y por el enfrentamiento a tiros de hace una semana frente a la iglesia Sagrada Familia en pleno centro de Posadas fueron detenidos dos hombres, el padre de uno de los prófugos que tenía el caso y un joven investigado por el ataque en el barrio A3-2 diez días antes. Estos operativos, que fueron ordenados por el Juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, se iniciaron a las 5 en una chatarrería de Garupá.
Minutos antes de las 21 desde San Javier se confirmó que el principal buscado por el enfrentamiento a balazos fue hallado solo, sin armas y deambulando por los barrios Niño Jesús y Nueva Esperanza. Que enfrentó a los pesquisas de la Unidad Regional IV, pero fue reducido e identificado en pocos minutos.
De esta manera el enfrentamiento al estilo ajuste de cuentas de mafias narco parece encaminarse hacia su esclarecimiento, aunque aún no fue hallada la novia de este joven de 26 años con quien se presumía se profugó hace una semana.
Los procedimientos policiales se iniciaron con nueve propiedades allanadas en Garupá y en la zona Sur de Posadas y permitieron la aprehensión del padre del mencionado. También se secuestraron armas de distinto calibre y una camioneta en el barrio Papa Francisco frente al Acceso Sur de Posadas. También se incautaron 56 gramos de marihuana. Entre las armas decomisadas hay una pistola calibre nueve milímetros y otra 45, una escopeta 16 milímetros, un rifle de aire comprimido, un rifle calibre 308 además de cartuchos 7.62, de escopeta y pistolas. Las pistolas serán peritadas para determinar si una de ellas fue la utilizada en el tiroteo del jueves 27 de enero, en el cual fue herido Héctor “Keko” Sotelo de 32 años, quien falleció este jueves tras permanecer internado en grave estado en el Hospital Madariaga.
De manera simultánea, un joven de 22 años, uno de los tres sospechosos mencionados por este Diario, fue ubicado y atrapado en el barrio Santa Clara II (Garupá) cuando salía de su vivienda y fue puesto a disposición del magistrado en el marco de la investigación por el ataque a tiros a otro sobrino de “Casi” Sotelo el pasado 18 de enero en A3-2, hecho que habría desencadenado en el cruce de balas frente a la parroquia.
En cuanto al hombre mayor, fue detenido en su vivienda de la colectora del Acceso Sur, altura del barrio Papa Francisco. Lo esposaron por “tenencia ilegal de armas de fuego y estupefacientes”, la última calificación fue informada al Juzgado Federal de Posadas por violación a la ley 23.737. Pero también debería responder o aportar información para ubicar a su hijo de 26 años, quien se presume ahora se encuentra oculto en la jurisdicción de Santo Tomé, Corrientes.
Dentro de la misma investigación resta ahora identificar al segundo tirador y conductor del automóvil Ford Ka azul que intervino en la balacera de la avenida Roque Sáenz Peña y calle Tucumán.
Tras el tiroteo de la iglesia fue demorado uno de los hermanos de la víctima fatal de este violento enfrentamiento. Lo interceptaron cuando llevó el herido al hospital con un balazo en el tórax. La posterior prueba de parafina dio negativo de pólvora en las manos, por lo que quedó en libertad supeditada. De los videos de cámaras de seguridad se determinó que su contextura física no es la misma que la del sospechoso, además de estar lesionado en un pie por un disparo que sufrió en el ataque del que luego buscaron “revancha”.