Un niño de 12 muerto con un disparo en el pecho y un joven de 19 años prófugo y sospechoso de la autoría del crimen. La madrugada trágica se registró ayer en el barrio Nuevo de Jardín América, en el patio trasero de una vivienda, donde hasta anoche no se sabía por qué el menor estaba ahí y no durmiendo en su casa, con su familia en el barrio San Martín de esta ciudad.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, las últimas palabras de Darío Natanael Morgenstern fueron súplicas de auxilio, pedido de ayuda que partían del fondo de una propiedad de la calle Las Flores a pocos metros del cruce con Bella Vista.
Los gritos de Darío despertaron al propietario del inmueble, Marcelo Rodríguez, persona con discapacidad motriz de 27 años, que se acercó y vio al niño con un hueco en el pecho, del lado izquierdo y desangrado, ya sin signos vitales y sin saber de quién se trataba. Dio aviso a la policía y pocos minutos después se presentó una patrulla y una ambulancia.
Para las 8.30 una comisión de la Unidad Regional IX constató el óbito del menor y dio intervención a la médica legista para los primeros exámenes e informes al juez de Instrucción de Jardín América, Roberto Sena quien ordenó que el cuerpo sea trasladado a la Morgue Judicial de Posadas para la autopsia.
De manera paralela los efectivos de la división Policía Científica de la UR-IX tomaron registros de evidencias y tomaron huellas en la vivienda mientras los investigadores de la jurisdicción intentaban obtener los datos de quiénes acompañaban a la víctima fatal.
Los primeros resultados apuntaron a que cuatro adolescentes entre los 16 y 18 años y un joven de 19, identificado como Juan Ramón Rodríguez, conocido como “Koki”, habrían participado de una reunión en una plaza próxima durante la noche del sábado y madrugada de ayer.
Entre estos menores y jóvenes se encontraba Darío Morgenstern, quien reside a veinte cuadras del Barrio Nuevo.
En un momento de la madrugada el grupo se trasladó a la vivienda de calle Las Flores y “Koki” Rodríguez habría mostrado un arma de fuego de la que no poseía ni documentos de propiedad ni tampoco tenía autorización para tenerla en su domicilio.

No se pudo determinar pero las voces de los supuestos testigos adelantaron que Darío recibió el balazo pero sin detalles que sostengan si fue accidental el desenlace fatídico por la manipulación imprudente de “Koki” o si Darío sostuvo el arma, se presume una escopeta recortada, o si el joven que se dio a la fuga atacó directamente al niño.
Lo que hasta el momento resulta preciso es que la casa de Darío Morgenstern no corresponde al barrio Nuevo y que el presunto autor del disparó el pasado 11 de septiembre fue notificado de un nuevo antecedente por tener un arma de fuego, presuntamente para cometer algún tipo de robo o amedrentamiento.
Se montaron múltiples cerrojos policiales para intentar ubicar y detener al joven tal como lo ordenó el juez Sena. Para hoy al mediodía se confirmaría la causa de muerte, dato que se aguarda del adelanto de la autopsia.
Sena también solicitó que se le tome declaración como testigos sospechosos a los jóvenes que estuvieron junto a la víctima y todas las pericias que puedan ayudar a la investigación, entre ellas, si alguno tiene rastro de haber manipulado la escopeta.
La búsqueda del sospechoso apunta además a Eldorado, altura del kilómetro 11, donde residiría habitualmente.