Prácticamente queda muy poco para que la etapa de instrucción por el homicidio de Bruno Patricio Mendes (25) termine de completarse. El acusado del crimen es un hombre de 33 años y las últimas pericias practicadas vendrían a confirmarlo como el autor de los hechos.
La investigación lo señala como quien el 4 de abril pasado asesinó a puñaladas a su amigo y abusó de la pareja de este en varias oportunidades. Un elemento más llegó al Juzgado de Instrucción 3 a cargo del magistrado Martín Brites para sumarse al expediente. Se trata de los exámenes de ADN practicados sobre el cuchillo presuntamente utilizado y los resultados del hisopado que le realizaron a la joven.
Los rastros genéticos del encartado se confirmaron en ambos casos, de manera que confirman el accionar criminal relatado por la víctima y única testigo del caso.
El paso siguiente será citarlo a una ampliación de declaración indagatoria, donde le explicarán el resultado de las pruebas, paso previo a que desde el juzgado remitan a la fiscalía todo lo actuado, para que se opine si es necesaria alguna medida complementaria o ya puede ser elevado a juicio.
El hombre conocido con el alias de “Polaquito”, tiene prisión preventiva dictada a comienzos de mayo por los delitos de “homicidio criminis causa” y “abuso sexual con acceso carnal” en concurso real. Se encuentra alojado en una celda de la Unidad Penal III.
Invitación, muerte y abuso
En la noche del 3 de abril, Bruno Mendes y su pareja, recibieron la invitación de “Polaquito” para tomar unos tragos en su vivienda. El lugar estaba a sólo 100 metros de donde alquilaba el joven, quien si bien no convivía con ella estaban juntos. La joven también llevó a su bebé de apenas 1 año.
Las horas pasaron y según pudo saberse Bruno y su pareja se retiraron a una habitación a mantener relaciones sexuales. “Polaquito” entró a la habitación y quiso hacerlo con ella y fue empujado por el joven para que los dejara solos.
El dueño de casa volvió con un cuchillo y apuñaló a su amigo quien cayó muy mal herido. Amenazándola, el agresor comenzó a abusar de ella y se detuvo al ver que Bruno agonizaba. Lo remató con más estocadas y prosiguió en varias oportunidades con los sometimientos a la joven. Luego le dijo que agarrara el cuchillo, como para involucrarla, pero ella se negó firmemente.
Después le dijo que ya tenía planeado qué hacer con el cuerpo, lo cual era enterrarlo en el fondo y le advirtió que debía ayudarlo.
Alrededor de las 7 la joven escuchó una motocicleta que se detuvo al lado de la casa y empezó a gritar por ayuda. Como no podía escapar por adelante se fue hacia el fondo y allí para resguardarlo alcanzó a pasarle su bebé a un vecino que se asomó a ver qué pasaba. Al ver esto “Polaquito” intentó huir, pero fue reducido por vecinos que lo retuvieron hasta el arribo de la policía.