El hallazgo sin vida de Walter Rubén Velázquez, “Chinito Fleitas”, durante la siesta del martes en su vivienda del barrio El Porvenir 2 de Posadas, sumó incertidumbre ayer con la demora para la concreción de la autopsia solicitada por el juez Marcelo Cardozo y para entregar el cuerpo.
Los integrantes del Cuerpo Médico Forense determinaron antes del mediodía de ayer que se trataba de un suicidio el deceso. Pocos minutos después desde el Juzgado de Instrucción 1 se emitió la orden para que los deudos puedan retirar el cadáver y velarlo en Garupá, en el paraje Santa Inés.
Sin explicaciones de los policías que custodian la Morgue Judicial y tampoco sin respuestas de la comisaría Decimoquinta, jurisdicción del barrio El Porvenir 2, la familia del considerado testigo clave -porque su relato abrió una nueva investigación en la muerte de la docente Mirta Carmen Rosa (febrero de 2013 en Garupá) con tres nuevos policías provinciales imputados- deberá esperar hasta hoy a las 7 que el cajón les sea entregado.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, varios familiares directos de Walter Velázquez establecieron sus dudas respecto a si la intención de suicidarse fuera cierta y manifiesta. Por ejemplo su suegra, Norma Díaz, manifestó: “Desde los 12 años lo conozco a Walter, tuvo sus problemas no lo negamos, pero jamás habría atentado contra su vida porque ya pasó por situaciones límite y nunca lo intentó. El lunes por la tarde fue a la salita porque tenía anginas y lo medicaron. Una persona que no quiere vivir más o se quiere suicidar no va a ir a buscar un medicamento para curarse”.
“Después que lo encontramos sin vida, los comentarios del barrio nos llegaron que lo vieron el martes a la mañana con policías alrededor. Alguien o varios le dijeron algo muy fuerte para que se matara. No sabemos si fueron amenazas para él y su familia. Si tenemos claro que desde el año pasado cuando declaró en el juicio, comenzó a tener miedo, su vida cambió y no salía de la casa. El martes a la mañana lo vi a Walter que estaba juntando agua para lavar ropa con su esposa, estaba tranquilo. Al rato, salió y un rato después de regresar apareció muerto”, agregó.
Los familiares también remarcaron que fue llamativo en noviembre de 2023 cuando le retiraron la custodia policial a la vivienda de Velázquez cuando el juez Cardozo investigaba la presunta participación de tres investigadores de la Unidad Regional X: el subcomisario Emilio Federico Broemser y a los sargentos Adrián Roberto Borda y José María Bernal, en el crimen de Rosa.
El juez Cardozo, que lleva adelante la ampliación del expediente iniciado el 14 de febrero de 2013 y con el que ya fueron condenados (en agosto de 2023) por “abandono de persona” dos policías de la comisaría Quinta de Garupá.
Walter Velázquez durante el debate ante el Tribunal Penal 2 declaró que los tres integrantes de la brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X, el día del crimen, lo retiraron de manera ilegal de la celda de la Quinta de Garupá donde estaba alojado bajo la presunción de sendos robos en viviendas de las inmediaciones, y lo llevaron al descampado del barrio Los Potrillos para someterlo a apremios y que dijera a quién entregó o vendió lo robado.
Fue contundente, señaló a Broemser, Borda y Bernal. Agregó que mientras lo golpeaban vio pasar a una mujer que coincidía con la descripción física de Mirta Rosa. Por los horarios que aportó, el cruce se produjo minutos antes que la atacaran a la docente que padecía una patología mental y era buscada por sus familiares en la misma localidad.
Se les imputa “homicidio calificado criminis causa y por haber sido perpetrado por personal de la fuerza de seguridad” contra la docente, además de “apremios y torturas” a “Chinito Fleitas”, e “incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad ideológica”, artículos 80 (incisos 7 y 9), 144 bis, 248 y 293.
Los tres fueron apuntados por Velázquez como quienes lo sacaron de una celda de la Quinta de manera irregular y lo llevaron a la canchita de fútbol del barrio Los Potrillos, donde lo golpearon para que indicara qué destino le habría dado a elementos robados. Esto ocurrió el 14 de febrero de 2013 a la misma hora y en el mismo lugar donde hallaron a Mirta Rosa con la cabeza rota y la vejiga estallada.
Los tres policías fueron aprehendidos en diciembre pasado y en abril el juez Cardozo les otorgó la excarcelación bajo palabra.
Dos meses después, Borda fue detenido por Gendarmería Nacional por su presunta participación en la corrupción y prostitución de una adolescente al lado de su vivienda en el barrio A4. Lugar en el que se sospecha de la venta de estupefacientes. Según fuentes de este Diario, pocos días después también fue excarcelado y supeditado a la investigación de la Justicia Federal.