La autopsia a Walter Rubén Velázquez, alias “Chinito Fleitas”, que iba a ser realizada ayer se postergó para esta mañana y confirmaría que el testigo clave en la nueva causa por el femicidio de Mirta Carmen Rosa se quitó la vida ahorcándose con una bufanda atada a su cuello y a un tirante de madera del techo de zinc de su vivienda en el barrio El Porvenir 2, el martes al mediodía aproximadamente.
Las sospechas de la muerte de “Chinito” se oscurecen, principalmente, en que hasta hace pocos días tenía custodia policial en su casa, dispuesta por el Juzgado de Instrucción 1 de la Primera Circunscripción Judicial que lleva adelante la ampliación del expediente iniciado en febrero de 2013 y con el que ya fueron condenados (en agosto de 2023) por “abandono de persona” dos policías de la comisaría Quinta de Garupá (ver destacado).
Velázquez durante el debate ante el Tribunal Penal 2 declaró que tres investigadores de la Unidad Regional X, el día del crimen, lo retiraron de manera ilegal de la celda de la Quinta de Garupá donde estaba alojado bajo la presunción de sendos robos en viviendas de las inmediaciones, y lo llevaron al descampado del barrio Los Potrillos para someterlo a apremios y que dijera a quién entregó o vendió lo robado.
Fue contundente, señaló al subcomisario Emilio Federico Broemser y a los sargentos Adrián Roberto Borda y José María Bernal. Agregó que mientras lo golpeaban vio pasar a una mujer que coincidía con al descripción física de Mirta Rosa. Por los horarios que aportó, el cruce se produjo minutos antes que la atacaran a la docente que padecía una patología mental y era buscada por sus familiares en la misma localidad.
Las tres “B”
Los tres policías declararon en el mismo debate como testigos y los tres incurrieron en contradicciones de hora, la actividad que cumplían el día del crimen y los registros o libros propios como integrantes de la Brigada de Investigaciones de la UR-X y de la comisaría Quinta, de donde retiraron sin orden o permiso pertinente a “Chinito Fleitas”.
En su alegato de juicio Vladimir Glinka, fiscal del Tribunal Penal 2, le solicitó a los jueces Gregorio Augusto Busse, César Antonio Yaya y Fernando Luis Verón, que se amplíe la investigación por el “homicidio agravado” de Mirta Rosa y se los impute a Borda, Bernal y Broemser.
En su veredicto, el TP-2 coincidió con Glinka y, casi cuatro meses después (en diciembre), el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, ordenó la aprehensión de los tres funcionarios públicos.
En abril recuperaron la libertad bajo caución juratoria (palabra) y en junio uno de ellos, Adrián Borda fue detenido nuevamente (ahora por Gendarmería Nacional) en su casa del barrio A4 de Posadas, investigado en un caso de trata de personas con fines de explotación sexual y venta de estupefacientes.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confirmaron que hasta el 10 de noviembre de 2023 y luego que declaró ante el juez Cardozo, “Chinito Fleitas” tuvo custodia policial en su vivienda del barrio El Porvenir 2.
Tras las excarcelaciones de los policías vinculados al femicidio, Velázquez no recibió ningún tipo de cuidado o nueva custodia.