Alrededor de 45 trabajadores de la Cooperativa Citrícola Agroindustrial de Misiones siguen desamparados. No solo porque se quedaron sin la fuente de ingresos por su trabajo, sino porque la entidad ni siquiera se hace cargo del pago de las indemnizaciones y los sueldos adeudados desde marzo pasado.
En un escrito presentado ante el Ministerio de Trabajo por el apoderado de la cooperativa, Pablo Hassan (padre del intendente de Oberá y exsecretario de Gobierno de Posadas), asumió el compromiso de “dar cumplimiento con el pago de haberes de los trabajadores que se encuentran atrasados a la fecha”. Sin embargo, el titular de la entidad se presentó en la protesta de los despedidos a explicar que solo se saldaría un mes (marzo) para los despedidos y uno para los que siguen con relación laboral todavía.
En el Ministerio de Acción Cooperativa aseguraron a este Diario que interviene la ministra Silvana Giménez (Trabajo de la provincia) en este conflicto. Pero, más allá de las audiencias, el Gobierno no ha agotado las instancias para que los despedidos tengan un poco de dinero para llevar comida a las mesas de sus familias.
Mientras tanto, la cooperativa sigue despidiendo gente e incumpliendo la legislación laboral en cuanto a los plazos que tiene para abonar las indemnizaciones.
En definitiva, salvo por la acción de los tres sindicatos que representan a los despedidos y los que por milagro siguen prestando servicios, existe un enorme desamparo. “Hay niños que no tendrán qué comer”, advirtió Ramón Zabala de la UATRE Alem ayer, ante la profundización de un conflicto laboral muy importante para Alem.
Es evidente que hay un trato “diferencial” con la cooperativa de lo que hubiera sido con cualquier otro empleador que siguiera la decisión de echar a 45 obreros sin pagarles un centavo por meses.