El contraste de números o cifras sacude la calma y enciende alertas: en Misiones, durante los primeros seis meses de 2022 se registraron 43 muertes violentas. Pero también puede servirse de manera más cruda y fría la sensación: en Misiones en el primer semestre del año se cometió el primer doble femicidio, dos sicarios brasileños mataron a un almacenero, jóvenes de dos familias se enfrentaron a balazos frente a una iglesia, una mujer fue estrangulada y ahogada en un arroyo, otra apuñalada en el cuello y arrojada a un pozo y el cadáver de un niño fue hallado en un charco de agua tras más de un mes de búsqueda y ofrecimiento de recompensa.
La violencia se mostró extrema e incluyó el tercer asesinato (en menos de dos años) en un supuesto ajuste de cuentas relacionado al contrabando en Bernardo de Irigoyen y que todavía cuenta con un joven desaparecido que cruzaba cargamentos de vinos finos cuyanos a localidades brasileñas fronterizas.
Los 43 homicidios hasta el momento, frente a los 35 sumados durante todo el 2021 apuntan, de mantenerse el aumento, a sobrepasar la tasa de 7,44 muertos cada cien mil misioneros, pico alcanzado en 2012 con 82 víctimas fatales.
Los cuatro femicidios registrados en este semestre suman a la problemática de violencia de género nacional, se aproximan al estado de emergencia que reclaman las asociaciones civiles y que sostienen, de acuerdo a estadísticas, que en este país muere una mujer por la voluntad criminal de un hombre cada 30 horas.
Posadas y el Gran Posadas, de los 43 homicidios, lideran la cantidad con quince casos. Entre ellos, el ataque a tiros en el barrio Yohasá (zona oeste posadeña), durante la madrugada del 8 de mayo, le costó la vida a Cristian Javier Díaz de 31 años. La Dirección Homicidios de la Policía rastrilló de inmediato cámaras, evidencias y testigos y halló a punto de subirse a un colectivo a los dos presuntos sicarios brasileños, contratados en Porto Alegre para “ajustar la mejicaneada” de un cargamento de marihuana descubierto varios meses antes en el barrio Luis Piedrabuena.
Este tipo de crímenes se vinculan de inmediato con la actual “Rosario violenta”. Y alcanza como ejemplo de linkeo el enfrentamiento a balazos de grueso calibre frente a la parroquia Sagrada Familia de Posadas, el 27 de enero, en el que fue abatido Héctor Daniel “Keko” Sotelo (35). Seis meses antes, en el barrio A3-2 Cristian Sotelo, su tío, murió en similares circunstancias.
El doble femicidio de San Antonio continúa con el sospechoso prófugo
Las víctimas de 24 y 39 años fueron asesinadas el 21 de febrero. Sergio Kozak, comerciante, es el buscado como autor.
El rastro del comerciante Juan Sergio Kozak, presunto autor del doble femicidio de San Antonio, ocurrido el 21 de febrero en San Antonio, continúa en el misterio. Es el único sospechoso de balear y matar a Débora Elizalde (24) y su madre Gabriela Agüero (39) frente a la vivienda de ambas en el barrio Nueva Esperanza. Tras cuatro meses y doce días sigue prófugo con pedidos formales de detención en la Justicia brasileña y argentina, como también con alertas de Interpol.
Kozak es buscado por balear a su supuesta pareja y a su suegra, en plena madrugada y vía pública de San Antonio y ante un hijo y hermano de las víctimas, joven de 20 años que resultó testigo central del ataque y que incluso su vida se salvó de milagro, porque forcejeó con el atacante y logró sacarle el arma de fuego, un revólver calibre 38.
El doble femicidio se registró a las 4 frente a una vivienda de la avenida Comandante Andresito.
Minutos antes arribaron las víctimas a bordo de un vehículo Volkswagen Gol Trend de color rojo, conducido por un hombre al que conocían como “Pauliño”. Aún estando el Gol en el lugar, irrumpió la camioneta Fiat Toro azul de Kozak que primero intentó embestir a Gabriela, luego y sin descender del vehículo, el conductor efectuó disparos contra Débora y seguidamente a su madre.
De acuerdo a las imágenes captadas por una cámara de seguridad de la zona, Gabriela Agüero intentó frenar el ataque y recibió un disparo en una mano y el siguiente en el pecho, de manera similar al de su hija. Ambas sufrieron el shock hipovolémico en pocos segundos y perdieron la vida.
Josías sin vida tras 34 días de búsqueda
El sábado 30 de abril Josías salió de su casa en el barrio San Miguel de Oberá y no fue visto por sus familiares hasta 34 días después, sin vida y en avanzado estado de putrefacción.
El cadáver del adolescente de 15 años fue descubierto en un bañado en el barrio Prosol, también de Oberá, el viernes 3 de junio cerca de las 19. Lo hallaron semisumergido y por el avanzado estado de descomposición, había perdido la base completa del cráneo, entre otras partes y la causa de su muerte aún no pudo ser confirmada, pero se sospecha que murió asfixiado, estrangulado.
Durante los intensos días de búsqueda, se corrieron versiones múltiples, que estaba con vida en una localidad de la provincia de Buenos Aires o que se ocultaba en el monte con un tarefero, de quien se hizo amigo en situación de calle en el centro obereño.
Un testigo abrió la pista más firme y afirmó que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías. El dato más importante que dio fue que “Koki” le confesó que estranguló al menor. Este sospechoso fue atrapado minutos antes de la aparición del cuerpo. Estaba junto a una cuadrilla de tareferos contratados en Dos de Mayo para cumplir labores en yerbales en picada Chafariz, en jurisdicción de San Vicente. Tiene antecedentes por delitos contra la propiedad y permanece imputado por el homicidio en el Juzgado de Instrucción de Oberá.
A los balazos frente a la Sagrada Familia en el centro de Posadas
El jueves 27 de enero último Héctor “Keko” Sotelo (35) fue herido de bala y falleció una semana después. Resultó víctima fatal del propio enfrentamiento que habría iniciado frente a la iglesia Sagrada Familia en pleno centro de Posadas.
Tres hombres fueron detenidos, uno de ellos padrastro del presunto autor de la muerte, a quien le encontraron un arsenal y droga en su vivienda del barrio Ñu Porá en Garupá. Tras el tiroteo de la iglesia fue demorado uno de los hermanos de “Keko”. Lo interceptaron cuando llevó el herido al hospital con un proyectil en el pecho. La posterior prueba de parafina dio negativo de pólvora en las manos, por lo que quedó en libertad supeditada.
La Policía Científica secuestró once casquillos y dos cartuchos completos de pistola nueve milímetros frente a la iglesia, en la plazoleta de la avenida Roque Sáenz Peña y en las viviendas de enfrente.
El 13 de junio de 2021, en el barrio A3-2, Cristian “Casimiro” Sotelo (41) tío de “Keko”, murió en la balacera que intentó frenar para salvar, entre otras personas, a su sobrino.
Sicarios brasileños detenidos por el crimen de Díaz
Cristian Javier Díaz (31) murió acribillado a tiros, durante la madrugada del domingo 8 de mayo en el barrio Yohasá, zona oeste de Posadas.
Díaz atendía un almacén y fue atacado por dos hombres, quienes concretaron el objetivo y desaparecieron. Pocas horas después en la terminal de colectivos de Posadas, segundos antes de abordar un colectivo a Santo Tomé, Corrientes y desde allí cruzar a San Borja, fueron detenidos por efectivos de la Dirección Homicidios de la Policía, dos jóvenes de 20 y 22 años oriundos de Porto Alegre.
Habrían sido contratados para cometer el ajuste de cuentas contra Cristian Díaz. Se alojaron en una vivienda cedida como aguantadero en el barrio Luis Piedrabuena. En la misma propiedad varios meses antes habrían acopiado marihuana prensada que fue secuestrada por investigadores de Gendarmería Nacional.