El testigo considerado clave en la investigación por el crimen de Josías Galeano (15) refirió ante la Justicia que el único sospechoso detenido en la causa, Rogelio Andrés “Koki” Texeira (26), le confesó el hecho “antes de que se haga el Censo”, según consta en el expediente.
El dato en sí, complica al imputado, teniendo en cuenta que la estadística a nivel nacional se realizó el miércoles 18 de mayo pasado y, según los forenses se aproximaría a la fecha de muerte de la víctima.
El rango estimado en que se cree fue asesinado el menor Josías es entre el lunes 9 al sábado 14 de mayo último, es decir entre 25 a 20 días antes del hallazgo de su cadáver en un bañado de las afueras de Oberá, el viernes 3 de junio pasado.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, el testigo que fue fundamental para la aprehensión de Texeira en la causa dijo ante el juez de Instrucción 2, Horacio Alarcón, que tuvo un encuentro con el sospechoso “cara a cara” porque “le llevaba alimentos al monte” y que antes de darle precisiones de cómo fue el homicidio, le habría dicho “me mandé una macana”.
Seguidamente, el ahora detenido le relató con lujo de detalles cómo cometió el homicidio.
“Lo tuve que matar”
“Le hice una llave al cuello por atrás, y como reaccionó, le apreté más y se murió. Lo tuve que matar”. Esa frase le adjudicó el testigo a Texeira, y agregó que si bien no recuerda la fecha exacta, está seguro que “fue antes del Censo”.
Lo que ahora resulta muy llamativo y abre enormes interrogantes es porqué la policía dijo haber visto alguien parecido a Josías correr cuando notó la presencia de las autoridades y en plena búsqueda, en las afueras de Oberá, el pasado jueves 19 de mayo. Es decir, un día después del mencionado Censo. Incluso en ese incidente se fotografiaron prendas de vestir y calzados que supuestamente eran del adolescente desaparecido.
El sábado 30 de abril último Josías salió de su casa en el barrio Villa Blanuita de Oberá y no regresó. Su madre radicó una denuncia dando cuenta de su desaparición.
Comenzó una búsqueda que duró 34 días hasta que finalmente los investigadores policiales obtuvieron una pista certera.
Un testigo afirmó que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías. El dato más importante que dio a los uniformados fue que “Koki” le confesó que mató al menor. Estos dichos orientaron los rastrillajes policiales hacia un bañado ubicado en el barrio PROSOL de Oberá, donde el viernes 3 de junio pasado a las 19 hallaron semisumergido el cuerpo de la víctima.
Por el avanzado estado de descomposición perdió la base completa del cráneo, entre otras partes y la autopsia en ese momento no pudo determinar causa de deceso. “Koki” fue detenido cuatro horas antes del hallazgo del cuerpo. Estaba en la zona junto a una cuadrilla de tareferos.
Querella prepara pedido
Fuentes del caso señalaron que la querella de la causa en representación de la familia de Josías prepara un pedido a la Justicia para solicitar una nueva autopsia.
La misma podría realizarse con un perito de parte o la podría efectuar una fuerza de seguridad federal, adelantaron. El abogado querellante Axel Demonari ya tuvo acceso al expediente, que cuenta con tres cuerpos.