El juez de Instrucción 2 de Oberá, Horacio Alarcón, investiga la causa por la desaparición y posterior hallazgo sin vida del menor Josías Galeano (15) como homicidio, tras considerar el contexto de la escena del hallazgo del cuerpo y la supuesta confesión a un testigo por parte del único detenido por el hecho, indicaron fuentes del caso.
Pese a que aún no se sabe el motivo de la muerte del adolescente, ya que no presentaba signos de violencia y la autopsia no arrojó ningún resultado esclarecedor, aún se aguardan los resultados de exámenes complementarios al cadáver que traerían más claridad.
En ese sentido, tal como ya se informó, serían clave los análisis a tejidos extraídos del cuerpo, como ser de las partes blandas o cartílagos del cuello, ante la presunción de que la causa del deceso podría ser por estrangulamiento.
Días antes de que el cuerpo fuera ubicado por la policía, luego de 34 días de búsqueda, un testigo dijo que el ahora detenido le relató que había estrangulado al menor. Además, y ante la sospecha de que pudo existir abuso sexual, se extrajeron muestras rectales a la víctima.
Durante la jornada de ayer, Rogelio Andrés “Koki” Texeira (26), hasta el momento el único detenido, designó defensor oficial como abogado y está previsto que hoy se lleve a cabo la audiencia indagatoria, donde podrá declarar o abstenerse de hacerlo ante el citado magistrado. En este contexto podría ser ya notificado de la imputación por el hecho.
El cadáver de Josías fue hallado el pasado viernes a la tarde, en avanzado estado de descomposición. Estaba semisumergido en un bañado ubicado en el barrio PROSOL, en las afueras de Oberá.
Fue el final de una angustiosa búsqueda de más de un mes, donde tomaron parte la familia, algunos vecinos y una gran cantidad de policías de distintas jurisdicciones de la Unidad Regional II de Oberá.
Se estima que el adolescente murió entre 20 a 25 días antes de que lo encuentren, y tras ser reconocido parcialmente por sus padres, quienes lo identificaron por tres tatuajes (que fueron fotografiados en la escena del hallazgo), fue sometido a un primer examen forense, que como ya se sabe no determinó la causa del deceso.
El domingo en tanto, sus progenitores lo reconocieron en la Morgue Judicial de Posadas, tomando la decisión de dejarlo en dicho lugar. Fuentes del caso indicaron que la familia de Josías tendría la intención de realizar una autopsia en forma particular o de parte, sin embargo, para ello deben constituirse en querellantes en la causa.
Final indeseado
El pasado sábado 30 de abril Josías salió de su casa en el barrio San Miguel de Oberá y no regresó. Su madre radicó una denuncia dando cuenta de su desaparición.
Comenzó una búsqueda que duró 34 días hasta que finalmente los investigadores policiales obtuvieron una pista certera.
Un testigo afirmó que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías. Pero no era lo único que tenía que decir esta persona. El dato más importante que dio a los uniformados fue que “Koki” le confesó que estranguló al menor.
Si bien estos dichos aún no fueron judicializados y no tienen validez para la causa, sirvieron para orientar los rastrillajes policiales a un punto exacto.
Un bañado ubicado en el barrio PROSOL de Oberá, donde el viernes pasado a las 19 hallaron semisumergido el cuerpo del menor. Por el avanzado estado de descomposición, había perdido la base completa del cráneo, entre otras partes.
“Koki” fue detenido cuatro horas antes del hallazgo del cuerpo de Josías. Estaba junto a una cuadrilla de tareferos contratados en Dos de Mayo para cumplir labores en yerbales en picada Chafariz, en jurisdicción de San Vicente.
Tiene antecedentes por delitos contra la propiedad y por testimonios se cree que habría sido quien hace un tiempo le robó el teléfono celular a Josías e incluso habría maltratado a otros menores.
Hoy desde las 19 se concretará la tercera movilización en pedido de justicia. La convocatoria es en el Centro Cívico obereño.