La drástica retracción del consumo que se viene viviendo en los últimos meses en el país, producto de la crisis económica y la innegable pérdida de poder adquisitivo de los argentinos, volvió a plasmarse en números este fin de semana, cuando la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) cerró su balance de ventas por el Día del Padre.
Según dicho informe, este 2024 se registró una caída de nada menos que el 10,2% a precios constantes frente a un año pasado que ya de por sí había sido difícil. De esta forma, ni siquiera la tradicional celebración en honor a los padres, que siempre está marcada con fluorescente en la agenda de los empresarios, se salvó este año del impacto de la recesión, a pesar de que dos de cada tres comercios realizaron promociones especiales y, en el caso de Misiones, hasta la Provincia colaboró con el programa “Ahora Papá”.
Desde la CAME resaltaron que el gasto fue “muy medido” y que incluso se registró un fenómeno casi inédito hasta ahora: las compras colectivas entre varios miembros de cada familia, para ahorrar en cantidad de regalos.
En esa misma línea, apuntaron que las ventas en el rubro Cosmética y Perfumería sufrieron un desplome del 37,4%, y en el ámbito de la tecnología cayeron un 29,2%, mientras que el único que se salvó fue uno que siempre “funciona” y en el que, pese a su variabilidad de precios, se puede conseguir obsequios mucho más económicos: el de Indumentaria, que creció un 11,1% en un contexto en el que “los precios del sector se encuentren por debajo del promedio de la economía”, argumentaron.
Por más que la pequeña y mediana empresa ya estuviera resignada a que se produciría este duro retroceso en el movimiento comercial, no deja de ser una señal más de debilidad que contradice el encendido optimismo con el que el Gobierno nacional se refiere a las cifras menguantes de inflación en los últimos meses.