Ni el frío, ni la distancia para llegar al Parque del Conocimiento y tampoco el hecho de hacerse a las 9 de la mañana de pleno jueves hábil; hicieron claudicar a los usuarios del transporte público.
Unas 700 personas se acercaron ayer y participaron de la “audiencia pública de readecuación de tarifas de transporte público”, lo que fue -nada más ni nada menos- que el paso formal que había que dar, de cara a lo que será un nuevo “boletazo” en la ciudad, tal como ocurrió en Garupá y Candelaria.
Fue así que representantes del Municipio, la empresa y los ciudadanos, realizaron un debate que estuvo marcado por las quejas de quienes todos los días deben recurrir al colectivo para movilizarse.
A $1.000 sin subsidios
Previo a darle la voz a la ciudadanía, el que habló fue el representante de Empresarios Unidos del Transporte Automotor (EUTA), Facundo Zárate, quien criticó la demora en convocar la audiencia, al señalar que la venían exigiendo desde el año pasado.
Luego, explicó las variables que las empresas toman como referencia a la hora de fijar los costos, que estuvieron sustentadas según su visión “en el proceso inflacionario” que afecta a toda la ciudadanía en general.
En ese contexto, el dirigente de EUTA (que representa a las empresas del Grupo Z ) hizo públicas las pretensiones económicas de la firma. De acuerdo a sus cálculos, la tarifa técnica (el boleto sin subsidio) debería costar $1.065,32. Si se descuentan los millonarios aportes económicos que reciben del Gobierno nacional, provincial y municipal, el boleto a pagar debería ser de $614,58, cuando hoy cuesta $50 con SUBE y $70 sin la tarjeta.
Para la empresa, hay un déficit por pasajero de $614,58. Para los usuarios, los números anteriores representan un “ultra boletazo”, en el mejor de los casos, del 1.129,16%.
Críticas
La audiencia se realizó luego de semanas convulsionadas en el transporte público, a partir de la decisión unilateral que tomó el Grupo Z de reducir frecuencias sin previo aviso.
Tras escuchar las palabras de Zárate, le tocó el turno a un grupo de 18 oradores, quienes tuvieron un límite de cinco minutos cada uno para expresarse. Casi todos ellos fueron vecinos, que se acercaron de manera individual y que, bajo el hermetismo que rodeó a la convocatoria, descubrieron cómo inscribirse.
Las personas fueron cambiando sobre el escenario pero el testimonio era el mismo. Casi que se convirtió en una “canción repetitiva”, donde el mensaje que había atrás denunció las injusticias del día al día, y que se mantuvo con el correr de los años tan fuerte y vigente como la primera vez que se escuchó. Algunos oradores ocuparon todo el tiempo disponible. Otros, frente al imponente auditorio, se limitaron a pronunciar lo justo y necesario. Unánime fue el pedido de recibir un mejor servicio.
Así, la imposibilidad económica de hacerle frente a los incrementos de boleto presendidos, fue una de las cuestiones planteadas. Además de la necesidad de contar con más puntos de cargas de la tarjeta SUBE, como también la impresión y entrega de más plásticos, tras un año sin que ello ocurra.
Cabe señalar que Servicios Urbanos SA (que pertenece al Grupo Z) tiene el monopolio de la emisión y distribución de la tarjeta SUBE, que permite acceder a un boleto un poco más barato. Sin embargo, hace meses la firma dejó de expedirlas, acusando problemas con las importaciones y obligando a los usuarios a pagar en efectivo o a través de la aplicación QR para celulares.
“No todos podemos acceder a un celular como para descargar la aplicación”, fue uno de los testimonios que levantó aplausos en la salada.
El mal trato del personal de la empresa; la falta de líneas en barrios que prácticamente -en ciertos horarios- quedan aislados; y la poca frecuencia fueron otros de los ejes que se plantearon frente a la mirada de las autoridades municipales, encabezadas por el secretario de Movilidad Urbana, Lucas Jardín. Este último funcionario, ante la consulta de PRIMERA EDICIÓN, no dejó en claro hasta dónde se tendrá en cuenta la opinión de los usuarios a la hora de fijar los nuevos valores.
“El recorte de frecuencias se viene trabajando habitualmente con las empresas. Actualmente puede haber algún tipo de complicaciones, pero todo el tiempo estamos monitoreando las líneas y las situaciones con las empresas, para que se cumpla el servicio”, fue la evasiva respuesta de Jardín, al consultarlo por si el Municipio contemplará las últimas maniobras del Grupo Z, previo a establecer el tarifazo como en la aplicación de multas.
Cierre eufórico
Quien se encargó de cerrar la audiencia, que se extendió por cerca de dos horas, fue Marcela Alersan Correa, la madre que meses atrás tuvo que lidiar entre idas y vueltas con el Grupo Z para conseguir las tarjetas SUBE de dos de sus hijos estudiantes.
Con la ordenanza municipal en mano y el papel de alumno regular de ellos, hizo un repaso de su situación frente a los aplausos de los ciudadanos y la mirada incómoda de las autoridades presentes.
Al finalizar su presentación, se acercó a la mesa de funcionarios municipales y les presentó una copia de la normativa que indica que el requisito para acceder al Boleto Estudiantil es tener el certificado de alumno regular, y no implica otros tantos trámites burocráticos que les solicitan.