Los usuarios del transporte público de pasajeros manifestaron su indignación por no poder contar ayer con el servicio debido a una medida de fuerza convocada en todo el país por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo de aumentos salariales.
En una jornada de mucho frío, desde primera hora las paradas estuvieron desiertas salvo algunos casos de usuarios que se enteraron de la medida de fuerza cuando salieron a esperar el colectivo.
Muchos trabajadores perdieron su jornada laboral y otros debieron apelar a diferentes medios de transporte para llegar a destino. Miles de chicos no concurrieron a las escuelas y por esa razón las instituciones educativas fueron más flexibles con la inasistencia.
Como ocurre cada vez que hay medidas de este tipo, los más perjudicados fueron los vecinos de los barrios más alejados, los trabajadores de clases económicas medias y bajas que no cuentan con vehículo propio y las familias numerosas.
“Acá los trabajadores y los chicos siempre somos los perjudicados. La gente que tiene auto y tiene calefacción no sufre el paro, es la gente de los barrios que tiene que ir en colectivo a trabajar o los chicos que van a la escuela”; sostuvo Carlos Brunaga, presidente de la Unión de Comisiones Vecinales.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, el referente barrial dijo que “los únicos que salen favorecidos de este conflicto son las empresas y los choferes. Acá las ganancias se van a repartir mitad las empresas y mitad los choferes, pero el resto somos todos perdedores”.
Indignado, Brunaga dijo que “hay gente que no pudo concurrir a trabajar, otros tuvieron que caminar, yo tengo moto y me puedo mover pero hay gente que vive lejos y no tiene como moverse. Es una injusticia y nadie hace nada. El Gobierno tampoco hace nada para evitar este padecimiento”.
Insistió en que “los chicos no van a recuperar el día de clases perdido. Los ‘changarines’ que viven al día no recuperan el día perdido y es un día que no llevan el pan a su casa, nadie paga esas pérdidas”.
“No puede ser que suspendan totalmente el servicio y nadie haga nada. Al menos un servicio mínimo para la gente que tiene urgencias y no tiene auto. Podrían convocar a choferes, yo mismo me ofrezco a manejar gratis, pero no pueden parar totalmente”, se lamentó.
El monopolio
Desde su punto de vista, el referente consideró que el problema en Posadas pasa por la concentración empresarial en una sola empresa. “Acá tienen que dejar entrar a otras empresas y enseguida se va a terminar este problema”, dijo.
“Es simple, cuando hay más competencia van a querer mejorar el servicio y no va a ocurrir esto que está ocurriendo”, reflexionó.
“Acá crecen los barrios y le dan el servicio a Zbikoski, abren nuevas rutas y le dan a Zbikoski, todo el negocio va para una sola empresa, entonces no hay competencia”, enfatizó Brunaga.
“Tienen que convocar a una licitación y permitir el ingreso de nuevas empresas, de esa forma se van a terminar el monopolio y los abusos”, remarcó.
“En los remises hay competencia, hay varias empresas, entonces no pasan estas cosas. Lo mismo pasa en los barrios: si ponen una sola panadería no hay competencia, pero si ponen cinco o seis panaderías enseguida va a bajar el precio. Con el colectivo es igual”, sostuvo el dirigente vecinal.
Por qué hubo paro
La medida de fuerza de 24 horas se concretó en todas las localidades del interior del país durante todo el día de ayer. La UTA suspendió la medida en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Los trabajadores exigen una mejora salarial mientras las empresas que deben pagarles dicen que no tienen recursos y responsabilizan al Ministerio de Transporte por las demoras en depositar los subsidios y las compensaciones.
Durante el lunes hubo una negociación del sindicato con las empresas en el marco de una conciliación obligatoria. Como no hubo acuerdo, el gremio convocó al paro. El Ministerio de Trabajo pretendió extender la conciliación por cinco días pero el gremio no se notificó y concretó la medida.
Cuánto ganan los choferes
Concretamente, el requerimiento sindical consiste en elevar el básico retroactivo a abril a $262 mil, además de una suma fija de $32 mil; en mayo, un básico de $284 mil; y en junio, de $320 mil.
Siguiendo con el incremento escalonado, UTA pretende, ya para la segunda mitad del año, que en julio el salario llegue a $348.800; en agosto a $380.192, y en septiembre, a $414.409. En febrero, la UTA firmó un pacto salarial por seis meses que establecía un alza del 29,7%, con cláusula de revisión en julio.
Aquel acuerdo llevaba los salarios a $258.940. Pero por el incremento del índice de inflación, el gremio pide reforzar los aumentos. Las conversaciones se extendieron durante dos meses, pero no llegaron a buen término.
Qué pasará ahora
En cuanto a la situación del interior, el Ministerio de Transporte ratificó que ya se hizo el pago del fondo compensador dispuesto por la ley de presupuesto y el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, solamente para las provincias, por cinco días. A raíz de esto, en la madrugada de ayer algunas delegaciones gremiales decidieron aceptar y dejaron sin efecto la medida de fuerza en Córdoba Capital, Mar del Plata, en La Plata y en forma parcial en Mendoza.
Finalmente, este miércoles el Gobierno otorgó $14.000 millones al autotransporte público de pasajeros del interior del país, para compensar los desequilibrios financieros de las empresas del sector.
Según la Resolución 361/2023 del Ministerio de Transporte, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, el monto corresponde a mayo y junio, con $7.000 millones de aporte en cada uno de esos meses.