Este jueves, en el Tribunal Penal de Oberá, la fiscal Estela Salguero pidió prisión perpetua para Luis André Konrath (37), su padre Romaldo Konrath (64) y Carina Silveira Dos Santos (19), por el asesinato de Rodrigo Alves (35), ocurrido en octubre de 2019 cerca de El Soberbio. Padre e hijo están imputados por el delito de “homicidio triplemente agravado, por alevosía, premeditación, por uso de arma de fuego y amenazas agravadas”, mientras que la joven por “encubrimiento agravado”.
Sin embargo, los defensores pidieron la absolución o, en caso de condena, la mínima por el delito de homicidio simple para Luis Konrath, y absolución para Romaldo Konrath, así como la absolución para Silveira Dos Santos.
Ahora se espera que los jueces Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba (subrogante), tras deliberar, den a conocer la sentencia.
“Le vi disparar”
Durante la primera jornada que se realizó ayer -miércoles-, cuando uno de los principales imputados intentó justificar su accionar homicida contra Rodrigo Alves (35) por una presunta defensa hacia su pareja, minutos después otro testigo dio detalles y afirmó que en realidad Luis Konrath lo asesinó a sangre fría sin que tuviera oportunidad de defenderse.
En esta primera audiencia por el asesinato ocurrido cerca de El Soberbio el 4 de octubre de 2019, estaban citados cinco testigos. Declararon tres, una no fue ubicada y el testimonio de otro se incorporó por lectura.
Los primeros en declarar ante los jueces Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba (subrogante), fueron Luis Konrath y también quien era su pareja. El padre se abstuvo.
El hombre esgrimió su coartada en la que explicó lo que pasó aquella tarde. “Vino el señor (Dionel) Rodríguez a mi casa. Habíamos quedado en carnear un chancho. Ya estábamos por terminar y le pedí a Carina que hiciera un mate. En ese momento llegó el señor (Ezequiel) Weber. Le convidé un mate. Me ofreció un tractor para vender, pero yo sabía que era robado. No quería problemas con la Justicia”, explicó.
Y prosiguió: “A eso de las 16.45 mi padre se retiró. Fue a sacar leche del galpón. Carina me dijo que iba limpiar la casa. Quince minutos después, oí una moto. Miramos con Dionel y observamos que esa persona vio a Carina que limpiaba en la galería. Dejó la moto a unos seis metros. No le di importancia. Segundos después Carina dio un grito de socorro. Me fui para adelante y vi que el tipo (Alves) la agarró y la puso contra el lavarropas. Agarré un ladrillo y me fui. Pregunté ¿qué está pasando acá? soltá a mi esposa. Ahí me dijo callate porque los mato a los dos. Ahí le pegué un ladrillazo cerca de la cara. Él trastabilló contra la puerta del baño. Luchamos, nos dimos varias piñas. Logré sacarle el arma que tenía y él la agarró con las dos manos. En el forcejeo se dispararon dos tiros. Infelizmente le pegó en la cabeza o en la nuca. No sé. Carina salió de la casa, me abrazó y me tocó para ver si no me había pasado nada. Me dijo ‘gracias mi amor por salvar mi vida, porque él quería hacer el amor conmigo y como yo me negué me dijo que me iba matar’”, justificó. “El tipo llegó de la nada. Jamás tuvimos contacto con él. Carina y yo usábamos el teléfono juntos”.
La fiscal Estela Salguero le consultó. ¿Qué pasó con el cuerpo? ¿qué hicieron? Respondió: “En ese momento no podíamos pensar en nada. Fue un shock. No queríamos represalias, porque Weber tenía mala fama y le podía avisar a algún familiar o hermano de la víctima, aunque yo no sabía de donde era el muchacho. Queríamos sacarlo de allí para posteriormente llamar a la policía. Puse el cadáver en el baúl del auto y Carina llevó la moto. Tiré el arma cerca del arroyo Yerba, unos 20 kilómetros antes de donde dejamos el cuerpo”. Negó que su padre le hubiera dado un machetazo a Rodrigo Alves.
“Yo los vi”
Ezequiel Weber, que estaba en el predio de los Konrath esa tarde, dijo ante los jueces que vio cuando asesinaron a la víctima. Antes que comenzara su testimonio, el Tribunal le aseguró que le iban a brindar las garantías de seguridad para él y su familia a través de la comisaría de El Soberbio.
“Luis le disparó en la nuca al muchacho”, subrayó. “Yo pensé que había salido para ir a atenderlo. Como él salió rápido yo salí a mirar. Por eso vi cuando le disparó y después el papá le cortó con el machete. La chica entró a desesperarse. Después le llevaron al baño y limpiaron la sangre. Fue un shock para todos”.
Y sostuvo con sus dichos la hipótesis de una emboscada: “Según lo que Luis me dijo, él se hizo pasar por su mujer y le mandó un mensaje”. La fiscal le preguntó “¿tuvo alguna oportunidad de defenderse la víctima?”. “No”, respondió Weber.
También declaró Dionel Rodríguez, quien contó que estaban por terminar de carnear un chancho cuando llegó el muchacho en moto (Alves) y fue para la casa. “Luis salió del galpón y ahí yo escuché un tiro y un grito. Corrí, no vi nada del forcejeo”. Reconoció que vio cuando le dio el tiro luego que la fiscal le insistiera respecto a que explique claramente lo que había observado.
“Después supe quien era”
Carina Silveira Dos Santos, la otra imputada en la causa declaró que no conocía a Rodrigo Alves. “Después de todo lo que pasó me enteré cómo se llamaba”, expresó en la audiencia.
Dijo no saber por qué el hombre quiso agarrarla. “Quería abusar de mi y ahí llegó Luis. Empezaron a forcejear, yo me fui para adentro. Después llegó el papá. Cuando salí el hombre estaba tirado en el piso”.
Cerrada la etapa de recolección de pruebas, hoy se aguarda la etapa de alegatos de las partes y tras la deliberación, la sentencia.