El 4 de octubre del año pasado, un mensaje de texto que llegó a su teléfono ofició como sentencia de muerte para Rodrigo Alves (35). Creyó que quien lo había escrito era una joven de 17 años, pero (según la investigación) en realidad era la pareja de ella. El hombre llegó a la vivienda de Colonia Paraíso, se encontró con la chica, la abrazó y recibió un disparo en la nuca, un machetazo y golpes con una maza.
Su cuerpo fue primero ocultado y después descartado. La moto en la que se movilizaba fue sacada de allí por la jovencita y abandonada al costado de la Ruta Costera 2 cerca de El Soberbio. En principio hubo tres detenidos por el hecho. Hoy permanecen dos tras las rejas apuntados como los principales responsables del homicidio.
Desde diciembre de 2019, Luis “El Brasilero” de 35 y su padre de 62 años, están con prisión preventiva la cual fue dictada por el magistrado Gerardo Casco, a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.
El primero está acusado de “homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego, por el concurso premeditado con la participación de dos o más personas, por alevosía, y amenazas agravadas por el uso de arma”, mientras que su padre tiene la misma calificación pero exceptuada la de amenazas.
En los últimos días ocurrieron novedades en la causa y por lo que pudo saber este Diario los acusados pidieron ampliar su indagatoria. Por otra parte, la joven que estaba detenida bajo la imputación de “encubrimiento agravado” recuperó la libertad por orden de la Justicia Correccional y de Menores.
Respecto a la declaración de los involucrados, se pudo saber que Luis “El Brasilero” mencionó que se enfrentó a Rodrigo Alves porque lo vio cuando llegó a su vivienda y según su testimonio, él quiso abusar de su pareja y salió a defenderla.
En esa escena se desató un forcejeo con quien resultaría víctima y como él estaba armado, se produjo el disparo que impactó en la parte de atrás de la cabeza de Rodrigo.
Para explicar por qué primero escondieron el cuerpo en el baño y horas después lo subieron a un Chevrolet Corsa para tirarlo al costado de la ruta, el acusado dijo que no sabía qué hacer, quedó shockeado por lo que había pasado y que siempre tuvo intenciones de entregarse a la policía.
Su padre, que según indicó oportunamente la investigación carneaba un chancho en compañía de vecinos (que luego fueron testigos) cuando se desató el crimen, dijo que escuchó un disparo y luego vio a un hombre tirado en el hall de la casa. También habría quedado impactado por la escena y sin saber como reaccionar se alejó del lugar para ordeñar a sus vacas.
A más de 8 meses del crimen, la principal hipótesis que maneja la Justicia es que Alves fue emboscado por Luis “El Brasilero”, quien buscó evitar que le quitara a su pareja, la joven de 17 años. Su padre lo habría ayudado a matarlo y luego descartar el cadáver.