Hace pocos días se cumplieron dos años de la muerte de Rodrigo Alves (35). Lo encontraron tirado entre malezas al costado de la ruta costera 2, cerca de El Soberbio. Tenía un disparo en la nuca, cortes de machete y golpes en el cráneo. Enseguida la investigación apuntó a “Luis el brasilero”, de 35 años, y su padre de 62 como los autores del crimen. Según señalaron las pericias, le tendieron una emboscada a la víctima. Ahora ambos están a un paso de ser juzgados por ese hecho.
Luego de una serie de apelaciones de la defensa de ambos, pero particularmente referida al hombre de 62 años, el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente le rechazó los últimos pedidos, por lo cual la causa prácticamente ya estaría cerrada.
Las dos últimas solicitudes denegadas tuvieron que ver con un pedido de excarcelación y con un cambio en la calificación. La defensa pidió que le excluyeran la acusación de haber usado un arma, pero esto no prosperó.
Según pudo saber este Diario, en los próximos días se consultará a la fiscalía para que opine si es necesaria alguna medida restante o si ya se puede clausurar formalmente la etapa de instrucción, para elevar el caso al Tribunal Penal de Oberá y que se juzgue así a ambos acusados.
La imputación que enfrentan padre e hijo es la de “homicidio triplemente agravado por el uso de arma de fuego, por el concurso premeditado con la participación de dos o más personas, por alevosía, y amenazas agravadas por el uso de arma”, aunque en el delito de amenazas quedó excluido el padre.
La investigación
Rodrigo Alves se dedicaba a la carpintería y el viernes 4 de octubre de 2019 le pidió prestada una moto 110 a un amigo. Le dijo que tenía que ir a Paraje Capibara a avisarle a su madre que se había suspendido el turno para un estudio en Oberá. Pero lo que en realidad sucedió fue que recibió un mensaje de WhatsApp del teléfono de una jovencita de 17 años. Pero no era ella, sino su novio “Luis”, que haciéndose pasar por su novia lo invitaba a Alves a ir a su vivienda de Colonia Paraíso.
Alves llegó al lugar y se abrazó con la joven en el hall de la casa cuando, según reza el expediente, Luis le efectuó un disparo en la nuca mientras su padre lo golpeaba con un machete y una maza.
Para que no hablaran, con el arma “Luis” amenazó a los presentes que ayudaban a su padre a carnear un chancho. Llevaron el cuerpo al baño mientras pensaron como descartarlo.
Lo subieron al baúl de un Chevrolet Corsa y lo tiraron a la vera de la ruta. La joven llevó la moto y la dejó en la banquina, cerca del cuerpo, para hacer creer que Alves llegó a ese lugar por sus propios medios.
Creyó que era la jovencita
Rodrigo Alves recibió un mensaje que creyó lo había escrito una jovencita de 17 años. La investigación señaló a “Luis”, el novio, como quien se lo envió para que fuera a la casa engañado y así sorprenderlo por la espalda.