El sábado 5 de octubre de 2019, un vecino de la zona de El Soberbio daba aviso a la policía acerca del hallazgo de un cuerpo a la vera de la ruta 2. La víctima era Rodrigo Álves (35), tenía un disparo de arma de fuego y heridas que denotaban que podía haber sido macheteado. Días después fueron detenidos tres brasileños (dos de ellos padre e hijo) y demoraron a una menor de 17 años. Al parecer Álves pretendía a la jovencita y enterado de esto, su pareja decidió tenderle una emboscada y eliminarlo. A más de dos años de aquel crimen, la investigación fue cerrada y el caso fue elevado a juicio.
Según fuentes consultadas por este Diario, hace pocos días y luego de haberlo remitido a la fiscalía, el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente recibió el expediente en el que se solicitaba el requerimiento a juicio. Ya no eran necesarias nuevas pruebas para que los acusados sean juzgados ante un tribunal.
De esta manera Luis “El Brasilero” (36) y su padre actualmente de 63 años, enfrentarán en una fecha a determinar por el Tribunal Penal de Oberá diferentes acusaciones. El primero está imputado por “homicidio triplemente agravado por alevosía y premeditación con el concurso de dos o más personas por el uso de arma de fuego y amenazas agravadas por el uso de arma en concurso real”.
En tanto el padre enfrentará la acusación de “homicidio triplemente agravado por alevosía y por premeditación de dos o más personas”. Respecto a quien era menor de edad, hoy en libertad, deberá responder por “encubrimiento agravado”.
La causa tuvo en un principio un cuarto detenido, también de nacionalidad brasileña. Apenas se comprobó que no tuvo que ver con el hecho y que simplemente fue un testigo, fue liberado. Acto seguido este hombre fue importante en la investigación, puesto que sabía dónde los homicidas habían ocultado el arma y el celular de la víctima. Fue a buscarlos y los puso a disposición de la Justicia.
Un mensaje para encontrarse
Los primeros testimonios que recogió la policía permitió reconstruir el camino que hizo Rodrigo Álves y así llegar hasta los que lo atacaron.
Un compañero de trabajo de la víctima señaló que en la tarde del viernes 4 de octubre él había comentado que debía ir a la casa de su expareja para visitar a sus hijos. Lo que sí sucedió fue que le pidió prestada una motocicleta Yamaha Cripton a su compañero. Le dijo que tenía que ir a ver a su madre a Paraje Capibara. Los investigadores fueron hacia allí pero supieron que este nunca llegó.
Hacia donde sí se dirigió fue a Colonia Paraíso, a una vivienda donde estaban Luis “El Brasilero”, su padre y otras personas que ayudaban a carnear un chancho. Los testigos contaron que a Luis lo vieron enviando mensajes desde un teléfono y minutos después observaron llegar a alguien en una motocicleta.
Según señaló la pesquisa, el hombre tomó el teléfono de la jovencita y se hizo pasar por ella. Le dijo a Álves que viniera a la casa. Se abrazó con ella en el hall y de forma artera recibió un disparo en la nuca de parte de Luis. Cuando se desplomó se sumó su padre y comenzó a darle machetazos y aplicarle golpes con una maza. Luis apuntó con el arma a los que estaban allí. Amenazó con matarlos si contaban algo de lo que vieron. Llevaron el cuerpo de Álves a una letrina donde lo ocultaron mientras pensaban cómo deshacerse del mismo.
Luis le dijo a su “novia” que llevara la moto a la ruta 2 para dejarla estacionada en un determinado punto. Mientras, ellos iban a cargar el cuerpo al baúl de un Chevrolet Corsa propiedad de ellos y también lo llevarían al mismo lugar. Quisieron hacer pasar el hecho como un ajuste de cuentas. Por aquellos días la motocicleta no fue encontrada, alguien que pasaba se la llevó al verla abandonada.
Tras la detención de los implicados se supo que Luis “El Brasilero” cursaba una condena por homicidio en Brasil, luego de haber asesinado a un hombre en una disputa por tierras.
En agosto de 2018 había sido liberado luego de cumplir domiciliaria con tobillera electrónica. No se sabía si las pautas dictadas para su libertad condicional le permitían salir del país. Lo cierto es que cruzó la frontera y se instaló en la zona de colonias cerca de El Soberbio, donde volvió a matar, según dictó la investigación.