El fiscal del Tribunal Penal de Eldorado, Federico José Rodríguez, solicitó ayer prisión perpetua por el delito de “femicidio” para Jonathan Da Silva (30) quien es juzgado por matar de un tiro a su madrastra, Patricia Mereles (31).
El representante del Ministerio Público fundamentó su pedido a los jueces, entre otras cuestiones, en que el imputado “cosificó a la víctima al querer mostrar supremacía al amenazarla con un arma de fuego y cortarle el diálogo con un disparo. Desvalorizó su vida”.
Fue ayer en el marco de los alegatos de las partes del mencionado debate, donde la defensa del acusado solicitó al Tribunal que cambie la calificación del hecho a “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y subsidiariamente “se le aplique una pena de 14 años de prisión”, indicaron las fuentes. Luego de finalizar esta última etapa del proceso, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo jueves 19 de este mes, cuando darán a conocer la sentencia y se le dará al acusado la posibilidad de hablar.
El mediodía del jueves 6 de agosto de 2020, en el barrio Las Leñas de Puerto Iguazú, el ahora imputado irrumpió en la casa de la víctima, intercambió dos o tres palabras con ella y tras desenfundar un arma de fuego que portaba en la cintura le disparó en la cabeza. Todo porque supuestamente ella habría engañado al padre del agresor al besarse con un hombre en una fiesta, algo que fue desmentido por el supuesto amante, según lo ventilado en el debate.
Además, el encartado le habría recriminado a Patricia Mereles que ella hablaba cuestiones personales de él con su pareja.
En base a los testimonios escuchados durante las dos audiencias anteriores se supo que todas las acusaciones que el imputado hizo sobre la víctima antes de dispararle habrían sido producto de confusiones. El hecho fue perpetrado frente a una de las hijas adolescentes de la mujer y el padre del acusado. Vale recordar que Da Silva escapó a bordo de su automóvil Chevrolet Onix pero fue capturado por Gendarmería a 40 kilómetros de la escena del crimen.
Probabilidades y dolo eventual
El fiscal Rodríguez agregó que entre sus argumentos para solicitar la máxima pena y por el delito de femicidio le refirió al Tribunal que “el imputado vino a juicio con el hecho confeso y que si bien dijo que quería asustar a su madrastra, a mi criterio si tenía cuatro balas en el tambor del revólver (con capacidad para seis), sabía que tenía grandes chances de que salga el disparo cuando gatillara. Es decir que las probabilidades de que el resultado se va a producir eran grandes y así y todo, lo hizo. No tiene sentido asustar a alguien apuntándole con un calibre 38 a la cabeza. Eso significa que el dolo eventual ya está construido y eso basta para imputarle la figura de femicidio“.
“Porque a eso se le debe agregar la violencia de género y una desvalorización total de la vida, a ella no le dejó ni hablar y arbitrariamente le cortó el diálogo y le disparó. En estos casos es evidente como se deja a la mujer en segundo plano, se la cosifica y se intenta mostrar supremacía por tener un arma de fuego”, puntualizó.