Patricia Fixa Mereles no tuvo tiempo a nada, vio entrar al hijo mayor de su concubino desaforado a los gritos e instantes después un caño de revólver le apuntó a la frente. Habría sólo atinado a levantar las manos, estaba sentada en el sillón del pequeño living de su casa. Gritó, giró la cabeza y el estampido del disparo fue oído hasta en las casas vecinas. La bala le ingresó por la sien izquierda y el óbito se concretó en el acto.
La mujer de 31 años y oriunda de San Antonio, madre de cuatro hijos, dos adolescentes y dos niños, fue asesinada ayer en su vivienda del barrio Las Leñas en Puerto Iguazú.
El crimen se registró a las 12 y segundos antes de las 12.30 el sospechoso destrozó el tren delantero de su Chevrolet Onix contra el huevo de una alcantarilla cuando, en pleno intento de fuga, buscó un camino terrado para evitar el control de Gendarmería apostado habitualmente sobre la ruta nacional 12, zona de Urugua-í, en el ingreso a esta localidad.
Detrás del presunto femicida una patrulla de efectivos de la Unidad Regional V lo seguía de cerca porque no sólo estaba emitido el alerta de rastrillar para atrapar al sospechoso, el mismo ya no había frenado en un retén sanitario de la fuerza de seguridad provincial y desatado la persecución.
La fallida maniobra del joven de 28 años permitió su aprehensión sin que se necesite el uso de armas de ningún tipo.
Tras el choque contra el desagüe y el impacto a un pino, el Onix siguió pocos metros más y se detuvo. El conductor descendió y quedó reducido y esposado sentado en el piso durante los pocos segundos necesarios para que el juez de Instrucción 3, Martín Brites llegue al lugar y constate el estado e identidad del presunto autor del ataque fatal.
Dentro del automóvil se halló un revólver calibre 38 cargado con cuatro proyectiles, uno de ellos percutado.
De la pericia balística podría surgir la confirmación de caso esclarecido. Para esta labor resta la extracción, del cráneo de la víctima, de la ojiva o plomo de la bala para el respectivo cotejo. La evidencia surgirá hoy de la autopsia solicitada por Brites y que se realizará en la Morgue Judicial de Posadas, en el predio del Hospital Ramón Madariaga.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que los testimonios de quienes presenciaron el homicidio no sería nada favorable para el detenido. Su padre, de 49 años, estaba en la cocina preparando el almuerzo cuando los segundos de sangre se registraron. Oyó los gritos e insultos y no habría alcanzado a frenar a su hijo para que no gatillara.
Una hija menor de edad de Fixa Mereles también oyó y vio el asesinato y su relato será determinante.
El inicio del enfado del sospechoso o los motivos para que perdiera la calma y decidiera amedrentar y matar a la pareja de su padre, a su madrastra, no trascendieron coincidentes y se investiga si el joven la asesinó cansado de que deslizara constantes versiones de relaciones sentimentales, del ahora detenido, con varias mujeres de Puerto Iguazú. Estos rumores habrían provocado la crisis con su esposa y madre de dos niños.
El detenido será indagado el lunes por el juez Brites, por el momento la carátula que lo mantiene privado de la libertad es por “homicidio simple” restarán las confirmaciones mencionadas para determinar los agravantes que podrían constituir la imputación provisoria por “femicidio”.
Del sospechoso este Diario pudo saber que trabaja en el rubro del comercio de equipos electrónicos pero también de changas de electricidad.
En la Tercera Circunscripción Judicial de Misiones no registra antecedentes penales. De acuerdo a las primeras averiguaciones de la Unidad Regional V tampoco posee registros de infracciones penales o demoras o faltas.
De todas maneras, se descarta que continúe privado de su libertad por la evidencia de riesgo de fuga y posible entorpecimiento en la producción de prueba.
Los primeros exámenes de su estado de salud no arrojaron alertas de consumo de alcohol o estupefacientes, pero restan que se analicen los registros enviados a laboratorio para pericias toxicológicas.