La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó la semana pasada en un informe presentado con apoyo de UNICEF y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el incremento de la cantidad de niños menores de 5 años con retraso de crecimiento por malnutrición.
Desde el campo de la nutrición, algunos especialistas ya hablan de este fenómeno como “petisos sociales” para distinguirlo de las causas hereditarias y genéticas de la talla baja.
El informe titulado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” remarcó los desafíos mundiales en materia de hambre, inseguridad alimentaria y malnutrición. Las caras más conocidas de la malnutrición son la desnutrición, el sobrepeso y obesidad. Pero el retraso de crecimiento genera cada vez más preocupación.
Los indicadores en el país
Aunque Argentina está mejor que la media regional y mundial en cuanto a retraso en el crecimiento en los más chiquitos, también registró un aumento del porcentaje de niños con retraso en el crecimiento de 2,4 entre 2012 y 2022.
Según informa ahora la FAO en base a la “foto” de este tema tomada en 2022, el retraso alcanza al 9,5% de los más chicos. Es decir que casi el 10% de los nenes menores de 5 años está teniendo problemas de desarrollo en nuestro país porque comen mal.
Por la misma razón, sigue en aumento el sobrepeso y la obesidad. La FAO mostró un alza de 1,6 puntos porcentuales en 10 años en la prevalencia de sobrepeso en el segmento de los chicos menores de 5 años, que llegó a 12,6%. Para esa misma variable, el promedio latinoamericano es 8,6% y el mundial 5,6%.
Con sobrepeso y más bajos
Para el director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), Sergio Britos, los datos de la FAO no son una sorpresa porque hace años que esa institución alerta sobre las consecuencias de la mala alimentación.
“En niños y niñas menores de 5 años, el sobrepeso está en el orden del 13%, cifra que luego sube a 41% en la edad escolar: mitad tiene sobrepeso y, mitad, obesidad”, recordó al tiempo que advirtió que ya la Encuesta Nacional de Nutrición de 2018 (dada a conocer en 2019) reportó talla baja en el 7,9% de los menores de 5 años del país y un 9,6% en los niños cuyos padres jefes de hogar tenían el secundario incompleto.
Según explicó, el retraso en el desarrollo y sobrepeso son distintas formas de malnutrición, y es sinónimo de desnutrición crónica porque los niños van enlenteciendo su ritmo de crecimiento en talla y terminan siendo más “petisos” que lo que correspondería.
Situación prolongada
La presidenta del Colegio de Nutricionistas de Misiones, Florencia Córdoba, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que un porcentaje cada vez más alto de niños no logran llegar a su potencial de crecimiento.
“En las evaluaciones antropométricas de peso y estatura podemos notar el retraso de crecimiento. Cuando el niño no come los nutrientes suficientes, el organismo le da prioridad a las funciones vitales, el funcionamiento del cerebro, sigan creciendo los músculos, crecimiento de la piel y órganos. Por eso, cuando nuestro cuerpo recibe muy pocos nutrientes deja de crecer porque prioriza la función cerebral, respiratoria, al funcionamiento del corazón y de los riñones”.
La profesional advirtió sobre la baja ingesta en la población infantil de nutrientes que son muy importantes, como las frutas, verduras, carnes y legumbres. “Y si no se consume carne, es elemental que se acuda al nutricionista para que asesore cómo consumir hierro a través de otros alimentos porque este mineral es esencial para el organismo”, destacó.
La especialista recordó que hay nutricionistas en los hospitales públicos y en casi todos los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), para aquellos que no tienen obra social.
“Cuando hablamos de retraso de crecimiento estamos frente a un niños malnutrido desde hace mucho tiempo… porque si no se alimenta bien por el plazo de uno a tres meses puede bajar de peso o sentirse más cansado, pero para que haya un retraso en su estatura estamos ante una situación de mala alimentación prolongada”, analizó la nutricionista Florencia Córdoba
El aumento de los precios de los alimentos -especialmente las verduras, frutas, lácteos y carnes- impactó en la disminución de consumo en las familias argentinas. “Desde hace años se observa una baja en el consumo de estos alimentos pero ahora se acrecentó por la crisis económica y esto tendrá un altísimo costo en las infancias que necesitan nutrientes para crecer y aprender”.
Alertan sobre la importancia del consumo de hierro
“La estadística muestra una disminución del consumo de carne en el país, principal fuente de hierro. Este mineral podemos encontrar en distintos alimentos, además de la carne está en las legumbres y verduras de hojas verdes. Su consumo es muy importante porque nos permite la oxigenación, la memoria, los procesos de aprendizaje y que no estemos cansados”, remarcó a FM 89.3 Santa María de las Misiones la presidenta del Colegio de Nutricionista de Misiones, Florencia Córdoba.
También se pueden consumir suplementos de hierro, que siempre tienen que estar indicados por profesionales de salud. Algunos alimentos, como determinadas leches, harinas o cereales, vienen fortificados con este mineral “siempre que estén fortificados deben decir en el frente del envase”, recordó.
La especialista destacó que la falta de hierro “nos afecta a todos, durante el embarazo las mujeres son más propensas a tener un déficit de hierro por una cuestión más fisiológica. El más afectado por la falta de hierro es el niño porque es el que está haciendo más conexiones neuronales y está en pleno proceso de aprendizaje, memoria, educación y es muy importante que consuma este nutriente para su crecimiento”.
Alimentos fuente
Mencionó que el mejor hierro lo encontramos en la carne y en las vísceras, “las legumbres como las lentejas y las verduras de hojas verdes como la espinaca tienen hierro pero nuestro cuerpo absorbe menos a menos que sumemos algún cítrico al plato, como unas gotitas de limón o un jugo de naranja o pomelo. Si no combino con cítrico, nuestro cuerpo solo absorberá el 30% del hierro de estos alimentos”, indicó.