Durante las últimas semanas se registró un importante aumento de personas afectadas en Misiones por el virus de influenza o gripe A, que es el virus respiratorio preponderante hoy en la provincia.
No obstante, a diferencia del sincicial respiratorio (que es la principal causa de la bronquiolitis y que impacta sobre los niños menores de dos años, muchas veces con cuadros graves), la influenza muestra hoy una circulación más extendida entre adultos y niños en edad escolar, pero en la mayoría de los casos con cuadros leves o que no requieren internación.
Por eso, según analizó el médico infectólogo del hospital Madariaga, Gustavo Méndez, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el mayor impacto se observa en el ausentismo escolar y laboral.
“En este momento tenemos mayor circulación del virus de influenza, lo que es frecuente en esta época del año salvo en la pandemia cuando fue superado ampliamente por el COVID-19. Esta es la temporada de influenza, del virus sincicial respiratorio en los más chicos, del adenovirus y de otros virus respiratorios. Del virus de influenza, el que más circula en todo el país en este momento es el H3N2, eso no implica que este tipo tenga un peor pronóstico o sea más contagioso”, aseguró el especialista quien indicó que la importancia de la vigilancia epidemiológica es que es la base del diseño de la vacuna contra la gripe del próximo invierno.
Confirmó que en estas últimas semanas “fue importante el aumento de casos de este tipo de enfermedades respiratorias y esto se reflejó mucho en los chicos en edad escolar y en las escuelas. La mayoría de los casos son leves, el impacto que genera la Influenza básicamente es el ausentismo escolar tanto de los chicos como de los profesores y maestros que están frente al aula”.
Consultado sobre el regreso del uso del barbijo en las escuelas, Méndez señaló que “no hay recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación sobre el uso obligatorio del barbijo en las escuelas, sí trabajamos mucho con los pediatras y estimulamos para que todos los chicos que tengan más de dos años y alguna condición que amerite la aplicación de la vacuna, tenga su vacunación antigripal porque la inmunización ayuda mucho porque evita las formas graves de la infección”.
Quiénes tienen mayor riesgo
El médico infectólogo diferenció el riesgo de adquirir estas infecciones versus el riesgo de tener alguna complicación seria o grave por este tipo de afecciones virales. “La posibilidad de poder adquirir alguna de estas infecciones la tenemos todos, aunque los que tienen sus vacunas al día, como la antigripal y la del COVID, pueden tener la infección respiratoria y tendrán en general cuadros leves. Quienes tienen más riesgo de adquirir formas moderadas a potencialmente graves son los pacientes que tienen indicación de estar vacunados pero por distintas circunstancias no lo han hecho, fundamentalmente los dos grandes grupos de riesgo: los menores de dos años y los mayores de 65 años porque tienen su sistema inmunológico inmaduro -en el caso de los más pequeños- o envejecido -como ocurre con los mayores de 65 años”.
Recordó que también integran este grupo de mayor riesgo los pacientes con circunstancias médicas, por ejemplo, “pacientes diabéticos, con enfermedades cardíacas, con algún tipo de inmunodeficiencia, trasplantados, pacientes oncológicos. Otro gran grupo es el de las embarazadas. Todos deben recibir la vacuna antigripal anual”.
Es este mismo grupo el que debería recibir Oseltamivir en caso de engriparse, “en el caso de las embarazadas, si tienen síntomas de influenza y sin necesidad de un hisopado ya deberían recibir este antiviral”, destacó.
Aumentó la demanda de Oseltamivir
“La demanda de Oseltamivir no solo se disparó en nuestra provincia, sino en todos los lugares donde hay circulación viral en Argentina”, comentó el Dr. Méndez. A pesar de este incremento en la demanda, es importante entender que el Oseltamivir no es adecuado para todos los cuadros de influenza.
“Desde el Ministerio de Salud de la Nación se establecen claramente las situaciones médicas en las cuales debería usarse el oseltamivir. No es para todos los casos de influenza”, explicó.
Existe una creencia común en la comunidad de que cualquier persona con influenza debe recibir este medicamento, pero esto no es correcto. “Es una droga antiviral específicamente autorizada y útil para infecciones por virus de influenza, pero no todos los pacientes que tienen influenza deben recibir tratamiento con oseltamivir”, afirmó.
El Dr. Méndez detalló las situaciones específicas en las que el oseltamivir está especialmente indicado:
- Mujeres Embarazadas: “Independientemente del trimestre del embarazo, si una mujer embarazada tiene una infección por influenza o un cuadro respiratorio altamente sugestivo de influenza, y su médico considera que puede ser influenza, ni siquiera es necesario esperar al resultado del hisopado. Debería tratarse con oseltamivir porque las embarazadas con influenza tienen un mayor riesgo de internación y de mortalidad materno-neonatal”, explicó.
- Neumonías Graves: En casos de neumonía que afectan a más de un área del pulmón y que requieren internación en terapia intensiva, el uso de oseltamivir es crucial. “Cuando un paciente con insuficiencia respiratoria termina en terapia intensiva y hay alta sospecha o confirmación de influenza, ese es un paciente que debe recibir oseltamivir”, indicó el Dr. Méndez.
- Grupos de Riesgo: Pacientes diabéticos, trasplantados, oncológicos y aquellos con afecciones respiratorias bajas deben recibir el antiviral si presentan síntomas de influenza. “Estos grupos tienen indicaciones médicas precisas y justificadas para el uso de oseltamivir”, enfatizó.
Es fundamental seguir estas recomendaciones y utilizar el oseltamivir únicamente en las circunstancias adecuadas para evitar su uso indiscriminado y asegurar su disponibilidad para quienes realmente lo necesitan. “La clave está en usar el oseltamivir en los casos indicados y evitar su uso innecesario en otros”, concluyó el Dr. Méndez, subrayando la importancia de una correcta administración de este medicamento antiviral para optimizar su eficacia y contribuir a la salud pública.