El ministro de Educación, Ramiro Aranda, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones justificó la suspensión de la mesa técnica con el sector de los docentes movilizados (los mismos que ayer cortaron la ruta a la altura de Garupá) “por los hechos de violencia en la Legislatura, porque fueron a violentar a la otra mesa de diálogo con los otros gremios que sí podemos dialogar más allá de que no todos firmaron el acuerdo salarial este lunes, porque circulan nuestros números telefónicos en esos grupos para hacernos escraches y mandarnos mensajes a la madrugada”.
Aranda destacó el aumento que los docentes recibirán en mayo, “el cargo testigo de maestro de grado sin antigüedad pasa de 265.000 a 400.000 pesos, en el nivel secundario un profesor con 21 horas sin antigüedad cobrará a fin de mes 562.898 pesos y con 42 horas 973.010 pesos”.
“Un debate que hay que dar para traer justicia”
Aranda admitió que este aumento priorizó al sector con menores ingresos, por lo que generó un achatamiento de la pirámide salarial.
Recordó que “lastimosamente, por la Ley de Estatuto Docente hay una cuestión que es muy perjudicial para la maestra de nivel primaria porque el Estatuto estipula distintas cargas y porcentajes por nivel. Este es un debate que tenemos que darlo para traer justicia porque hoy en día una maestra estudia cuatro años para ser profesora de primaria, lo mismo que cualquier docente del nivel medio o terciario”.
Aranda aseguró que el diálogo sigue abierto con los gremios que integran la Mesa de Diálogo.
Docentes se instalaron a metros del acampe policial
El Gobierno canceló la mesa salarial prevista para ayer con los docentes que encabezan la lucha en las escuelas, las calles y las rutas desde hace poco más de un mes (UDNAM, UTEM, ATE, MPL y autoconvocados).
“Nos dijeron que no tenía sentido reunirse porque el aumento acordado el lunes con la conducción de la UDPM era lo que el Gobierno provincial podía dar”, contaron a PRIMERA EDICIÓN los referentes docentes, Mónica Gurina, Estela Genesini y Carlos Lezcano.
“Y acá estamos, porque lo único que lograron fue encender más el enojo de los docentes y acá también están las bases de la UDPM y muchos educadores sin gremios porque el hambre no tiene sector sindical, es para todos”, remarcó el profesor Lezcano de Jardín América.
Pero el acuerdo firmado entre el Gobierno provincial y el gremio docente base de la CTERA, la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM), y el Sindicato de Docentes de Educación Pública de Gestión Privada (SIDEPP) por un básico de 100.000 pesos y un salario inicial de 400.000 pesos estuvo lejos de contentar a los trabajadores de la educación de la provincia.
Mientras que los tres gremios de la Mesa de Diálogo que no firmaron (UDA, SEMAB y AMET) iniciaron ayer un paro de 72 horas, el grueso de las bases volvió a reclamar, en este caso en un masivo corte sobre la ruta nacional 12, a la altura del puente sobre el arroyo Garupá. Alrededor de 5.000 docentes mantuvieron este corte desde las 8 de la mañana hasta las 18.
Participaron educadores Iguazú, Campo Ramón, Jardín América, Eldorado, Santo Pipó, Posadas, Garupá, Santa Ana y Oberá, entre otras localidades. Los docentes que no pudieron viajar hasta Garupá, encabezaron protestas en sus localidades, por lo que también hubo cortes y movilizaciones en Montecarlo, Iguazú, El Soberbio y en el Peaje de Colonia Victoria, entre otros puntos.
Vuelta a la Uruguay.
Luego de diez horas de cortar la ruta nacional 12, los docentes resolvieron en asamblea movilizarse hacia Posadas e instalarse sobre la avenida Uruguay, a metros del acampe policial.
“Nadie quiere estar acá, con frío y lluvia, pero con la dignidad más firme que nunca porque lo que hicieron fue poner el salario al límite de la línea de la indigencia con datos de abril… cuando actualicemos a datos de mayo, los que tengan un solo cargo seguirán estando en la línea de la indigencia”, advirtió Lezcano y señaló que esta situación se arrastra desde mediados del año pasado nos ajustó más de 100 puntos y perdimos más del 50% del poder adquisitivo y sumado a la política de ajuste del Gobierno nacional y el aumento de los servicios… nuestro salario quedó por el piso, por lo que pensar resolver con un 30 o 40% no soluciona nada porque nuestro salario quedó muy atrasado”.
Lezcano cuestionó además la profundización del achatamiento de la pirámide salarial con este último aumento “los docentes con un cargo y sin antigüedad recibirán cerca de 100 mil pesos de aumento, lo mismo los que están arriba de la pirámide, pero los que están en el medio, aquellos que tienen entre 5 y 15 años de antigüedad recibirán un aumento mucho menor”.
“Que sepan las autoridades nacionales y provinciales que el garrote no va a resolver el problema del hambre”, remarcó Lezcano quien advirtió que si reprimen a los docentes “nos podrán dejar cicatrices pero el problema no se va a resolver, por eso llamo al sentido común, a reflexionar, a buscar los canales de diálogo porque la cuestión del salario requiere un profundo análisis técnico… ¿por qué huye el ministro de Hacienda Adolfo Safrán y hace dos años no nos recibe? Porque cuando le preguntamos por los números que son de acceso público no tiene respuestas y el silencio demuestra que no pueden argumentar adonde va la plata”.
“El hambre nos sacó a la calle”
Carlos Benítez tiene 33 años de docencia es director de la escuela 811 de Jardín América y uno de los miles de afiliados de UDPM que ayer se movilizó en defensa de su salario.
“Hoy, a los docentes nos sacó a las calles el hambre. En mis 33 años como docente es la primera vez que salgo a marchar y lo hago porque no ni yo ni mis colegas damos para más, estamos en la lona”, contó.
Según indicó, es afiliado a UDPM desde hace 32 años “como delegado escolar, hice llegar las necesidades y demandas de los docentes de mi escuela afiliados al gremio, solicitamos una recomposición salarial del 100% como mínimo… muy lejos del 34% que firmaron para el docente que recién se inicia y un porcentaje mucho menor aún para los que tenemos muchos años de antigüedad y cargos jerárquicos”, lamentó.
Una escuela abandonada
Claudia y Rosana son maestras de la Escuela 633 de Campo Ramón y ayer se movilizaron para reclamar un salario digno y la finalización de la refacción del establecimiento escolar. “Hace años que nuestra escuela está abandonada, el año pasado entró en un plan de reparación (Plan Quinquenal), empezaron a trabajar pero en mayo del año pasado, después de las elecciones primarias, levantaron todo y se fueron. Quedamos con la escuela totalmente desmantelada, por lo que estamos dando clases en un salón dentro del predio de la misma escuela, que es muy precario, insalubre y muy riesgoso porque cada vez que llueve las paredes se electrocutan”, contaron angustiadas.