El precio de las garrafas tuvo un leve descenso esta semana pasando de unos $12 mil a $10 mil pesos en la mayoría de las bocas de expendio del interior de la provincia, sobre todo aquellas que se abastecen de la cooperativa Miscoopgas. En caso de hacer el pedido a domicilio el precio es superior.
El retroceso se registra luego de haber subido más de 150% la semana pasada en todo el país, ya que en las distribuidoras oficiales costaba $4.200, en los comercios de barrio valía más de $6.000 y puesta en domicilio, a precio liberado.
La suba de la semana pasada se produjo en función de que se conoció el precio de mercado del gas butano, que es el que se envasa en las garrafas, pasando de $156 mil la tonelada a $234 mil.
Las empresas de todo el país tomaron la decisión de “cubrirse” y aplicaron un incremento en el mismo orden que el gas butano, de aproximadamente 170% y ello causó la disparada registrada en los primeros días de enero.
Pero esta semana empezaron a descender lentamente, alrededor de 20%, debido a que la Secretaría de Energía de la Nación no informó cuál será el precio oficial que se le cobrará a las distribuidoras de las provincias ni a las empresas nacionales que se dedican al rubro, sean privadas o estatales. Hay incertidumbre sobre la continuidad o no de los subsidios.
Las empresas más grandes comenzaron a bajar el precio y ganaron clientes que antes tenían otros proveedores. De hecho, la semana pasada hubo largas filas de compradores en algunas distribuidoras de Posadas, una por avenida Francisco de Haro y otra por Quaranta, ya que tenían precios a la mitad que los comercios de barrio.
Ante la pérdida de clientes, las distribuidoras más pequeñas y las cooperativas del interior debieron seguir el camino y adecuar sus valores.
En este sentido, el presidente de Miscoopgas, Omar Cabral, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “no tenemos certeza de qué porcentaje de ese precio va a seguir subsidiado. No hay precio oficial. Estamos aguardando que salga notificación de Secretaría de Energía”.
“Lo que hicieron las empresas la semana pasada, en función de que se notificó el incremento de 170% del gas butano, fue cubrirse porque además de ese aumento debemos tener en cuenta la devaluación de diciembre”, dijo. “Todo el mundo se cubrió ante la posibilidad de que ese porcentaje total se trasladara al precio neto. Pero estamos con total incertidumbre”, aclaró.
Miscoopgas es una cooperativa que tiene como socias a las nueve cooperativas eléctricas del interior y se encarga de distribuir garrafas de 10, 15 y 45 kilos en el centro y norte de Misiones. Tiene un volumen de operación de 500 mil garrafas al año, establecidas por cupo de la Secretaría de Energía de la Nación.
Sobre el retroceso de esta semana, Cabral indicó que “se está viendo un reacomodamiento porque las empresas grandes empezaron a comercializar con precio inferior. Entonces las más chicas nos vemos obligadas para no perder mercado a bajar y adecuarnos”.
Pero explicó que “son todas estimaciones en el aire porque no sabemos cuál va a ser nuestro precio de compra”.
En Oberá, por ejemplo, la CELO comunicó ayer que “retirando de la base” el precio de la garrafa de 10 kilos tiene un costo de $10 mil; de 15 kilos a $17 mil; y de 45 kilos a un valor de $32.000 y $35.000 a domicilio. Esa tarifa está vigente desde ayer.
La semana pasada la cooperativa había aumentado a 12.000 pesos la garrafa de 10 kilos, al igual que el resto de los distribuidores.
“No hay definición de parte de la Secretaría de Energía, por lo cual desde la Cooperativa se realizó un relevamiento sobre los precios de mercado y como la CELO es distribuidora de Miscoopgas tenemos la responsabilidad de mantener los valores solidarios con los socios” explicaron.
El responsable del servicio en la CELO, Oscar Groff, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que “debido a que las otras dos empresas distribuidoras bajaron sus costos (YPF y Amarilla) en el inicio de la semana, decidimos seguir la misma medida. Generalmente mantenemos costos similares” explicó.
“Por ahora solo vendemos en la planta, pero en marzo, cuando el personal vuelve de las vacaciones, esperamos retomar el servicio a domicilio, que lógicamente tendrá un costo mayor” agregó.
Hace tan solo una semana, en despensas y almacenes de barrios, la garrafa de diez kilogramos llegó a tener un costo de 18 mil pesos. En el municipio de Eldorado y alrededores la de 10 kilos llegó a $16 mil.
No facturan el producto
Consultado sobre porqué se aplicó la suba la semana pasada si no hay precio oficial, Cabral señaló que “no nos facturaron el producto que retiramos en enero porque la productora también está esperando que se oficialice el precio. No sabemos cuánto nos va a salir la tonelada”.
“Es una incertidumbre total, es muy difícil trabajar así, por eso ahora se vio un reacomodamiento de precios sobre todo en el interior, que puede durar un par de días hasta que salga la comunicación oficial de la Secretaría de Energía”, dijo.
Sostuvo que “las empresas grandes tienen otra capacidad económica y operativa, manejan otros márgenes de rentabilidad entonces empezaron a vender la garrafa a precio más bajo, obviamente se fueron quedando con porciones de mercado por eso tuvimos que bajar, pero no sabemos si estamos perdiendo plata o no porque no sabemos cuánto vamos a pagar. No sabemos nuestro costo ni rentabilidad”.
Por último, el cooperativista sostuvo que en abril se podría desregular el mercado, según versiones que llegan desde la Nación, y ello podría provocar un cambio en los cupos y precios que llegan a la provincia, aunque todavía no hay nada definido.
Desregular el mercado nacional
El proyecto de Ley Ómnibus de Javier Milei deja abierta la posibilidad de desregular totalmente el mercado del gas en el país. Quieren que se comporte en función de la oferta y la demanda. Esto implica también la libre exportación de gas. Detrás de la iniciativa está Fernando Solanet, subsecretario de Gas, aún sin designación formal. Solanet es un férreo defensor de las ideas libertarias con conocimientos en perforación de pozos pero con escasa experiencia en el mercado del gas.
El texto plantea una reestructuración del Plan Gas y de los contratos PPA y ambos capítulos mantienen paralizada a la industria.
Desde el gobierno de Mauricio Macri, los contratos energéticos están dolarizados. Esto quiere decir que los productores tienen un precio fijo, pero el problema es que con la devaluación multiplicaron el precio un 120%.