Desde la asunción del presidente Javier Milei, los argentinos solo tienen una certeza: que se acabarán los subsidios para servicios públicos y otros destinados a bajar las tarifas reguladas (que ahora ya no quedan).
Pero, se cumplirá mañana un mes del nuevo Gobierno y las especulaciones vienen dominando el mercado de productos como gas envasado, electricidad y combustibles, a la espera de algún anuncio oficial que permita a los argentinos saber con certeza ¿cuánto se pagará por los servicios de enero en adelante?
Por esa especulación, las garrafas saltaron de 4.500 a 12.000 y hasta 15.000 pesos en algunos comercios, mientras la Nación clarifica si los subsidios se quitarán por completo en una sola vez o en “cuotas” hasta marzo.
El combustible se disparó fuertemente dos veces en menos de un mes, con valores realmente altos que resentirán las ventas de las estaciones de servicio.
En Posadas y otras localidades se encuentran en pleno debate sobre el costo del boleto de transporte de pasajeros, tanto urbano como de corta distancia. Pero, otra vez, las decisiones políticas se irán tomando por el “dice que podría suceder” y no con la claridad de los números.
La energía eléctrica de EMSA y las cooperativas se elevó un 50% en diciembre, antes que la Nación resolviera qué hacer con los aportes a los usuarios para no pagar “fortunas” en esta prestación.
Se supone que, antes de asumir y especialmente porque fue durante la campaña presidencial que Milei y sus principales colaboradores ya habían anunciado su política sobre subsidios y desregulación del mercado; ya existía un camino trazado en ese sentido y solo se trataba de un formalismo.
Tal vez, en la práctica, algunas cosas no eran como las pensaban y puedan estar recalculando qué hacer.