En materia de viviendas, la población misionera siempre está atenta a noticias relacionadas con la posibilidad de ser propietarios de un inmueble y principalmente si cuentan con planes de financiación. Es por ello que cada vez más familias se acercan al Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA) para inscribirse o conocer los requisitos para acceder a una casa propia.
En los últimos años, han notado que cada vez más personas se anotan para tener vivienda, sobre todo en los últimos tiempos y por el importante incremento registrado en los alquileres, tanto en la provincia como en el resto del país.
Una demanda permanente y en crecimiento
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN la titular de la Gerencia Social, María Silvia Joulia, resaltó que “la demanda en la inscripción creció en el último tiempo, sobre todo el año pasado y en todos los sectores”. Acerca del motivo de este requerimiento, indicó que “al haber cambiado la ley de alquiler y elevado tanto el precio hemos tenido gente que nunca pensó en una vivienda del IPRODHA pronto se encontró participando en un sorteo, porque no llegan con el alquiler”.
En estas solicitudes, compartió que fueron “familias con buenos ingresos, pero que no llegaban a pagar un alquiler”. En consecuencia, “se juntaron las demandas del sector más vulnerable con familias del estrato medio que también fueron afectadas por la economía y buscaron una solución”, agregó.
Sumado a una población cada vez más joven, con numerosos hijos y una situación financiera que no mejora, en Misiones “tuvimos un récord de inscripciones el año pasado”. Las postulaciones no solo se concentraron en Posadas, sino que “fue en toda la provincia”, señaló Joulia. Durante el 2022, precisó que “5.000 familias accedieron a la página para actualizar su ficha o inscribirse en el Instituto”. En comparación, “veníamos de un promedio de unas dos mil por año”, adhirió.
Para los sorteos, explicó que “tenemos diferenciados para solteros, familias con hijos y sin, así que vamos ampliando el espectro para atender a la demanda”. Puntualmente para solteros, “la convocatoria 249 tuvo un porcentaje altísimo para los 708 cupos”.
Adelantó que, para este año, “seguramente también trabajaremos con un cupo diferencial”. Por el momento, “se avanzó en la presentación de documentación, se llamó a suplentes para titulares que no cumplieron con los requisitos. Ahora, nos falta el sorteo de ubicación”.
Viviendas sociales
En cuanto al sector con bajos recursos económicos, la titular de la Gerencia Social del IPRODHA señaló que “hace varios años venimos trabajando con viviendas de emergencia o sociales”. En este sentido, aclaró que “por un lado tenemos las viviendas sociales y después está la asistencia en regularización familiar, sobre tierras y asentamientos”.
Además, “existen beneficios como el programa arreglo mi casa” y entre los objetivos, indicó que se busca “la erradicación de la letrina y el hacinamiento para familias en situación de vulnerabilidad”.
De los sectores con más crecimiento habitacional y con numerosas casas de situación social, señaló que “tenemos el caso del barrio Itaembé Guazú, de las 508, sumado a más de 300 viviendas sustentables que se entregaron en ese barrio”.
Asimismo, compartió que “algunas familias no llegan a completar la formalidad de los ingresos, sobre todo en la regularización. Con ellos, trabajamos en un alquiler social, para que las familias puedan quedar en la casa con una cuota más acorde a su situación económica comprobada por el trabajador social”.
Reclamos para readjudicación
Por otra parte, “el alquiler de una vivienda no cancelada tiene un tratamiento, a través de una resolución especial, para readjudicar al que está alquilando, porque es ilegal subarrendar una vivienda del Instituto que no es propiedad de un titular”, indicó María Silvia Joulia. De todas formas, existe una investigación para comprobar la situación real de esa propiedad.
En otras situaciones, “cuando una persona encuentra una vivienda abandonada, se hace una visita social para corroborar el estado, y que no esté cancelada. En el sistema, se congela al titular, que no puede seguir pagándolo, y se inicia un proceso de regularización”, añadió.