Tras el lamentable atropellamiento de fauna silvestre que ocurrió la semana pasada, sobre la ruta 12 y 101 dentro del Parque Nacional Iguazú, desde el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) se expresó al respecto.
Se trata de una imagen que lamentablemente se está viendo recurrentemente en las rutas de Misiones y de todo el país, particularmente donde hay mucho tránsito como en las rutas nacionales o cuando se atraviesan áreas preservadas.
En este contexto, advirtieron que la biodiversidad está en peligro en la provincia.
Al intentar traspasar la ruta un puma macho de aproximadamente 50 kilogramos de peso perdió la vida cuando fue atropellado por un vehículo, cuyo conductor se dio a la fuga y aún no fue identificado. “Una historia que tristemente se sigue repitiendo en las rutas misioneras y que continúa afectando nuestra valiosa biodiversidad”, manifestaron desde el IMiBio.
Reiteraron a su vez el pedido para que las autoridades competentes “de forma urgente implementen los sistemas de radarización y todas las medidas necesarias para que no se siga causando un daño irreparable a la fauna autóctona (silvestre)”.
“Además provocando pérdidas inmensurables en el medio ambiente de la provincia”, enfatizaron.
En este sentido, sostuvieron que “es imprescindible contar ya con estos sistemas para un efectivo monitoreo, control y vigilancia del tránsito vehicular, por lo que solicitaron a los conductores de vehículos que transitan en las rutas y caminos en las Áreas Naturales Protegidas de Misiones extremar las medidas de precaución respetando los límites de velocidad establecidos para evitar que sigan ocurriendo hechos tan lamentables como la muerte de este valioso ejemplar de la Selva Misionera”.
Ya los primeros días de este mes se produjo el atropellamiento sobre la ruta 12 a la altura de Candelaria, frente al predio de la estancia Santa Cecilia, de un macho de ocelote, que no pudo sobreponerse a la tremenda barrera que se forma en ese sector. Tanto en esta zona como en gran parte del tramo nuevo de la ruta 12 se instalaron separadores tipo New Jersey, que funcionan como una especie de “muro” que vuelve todavía más peligrosa a la ruta para los animales.