El vicepresidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Oberá (CELO), Jorge “Koki” Duarte, contó como se está viviendo en la institución el día a día tras el doble embargo aplicado, la fiscalización externa de todas sus cajas y la confiscación de la recaudación diaria.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, definió con la palabra “tensión” la “convivencia” con los funcionarios que se instalaron en la entidad y calificó la situación como un “atropello”.
Además, remarcó que la deuda que reconoce la cooperativa es de 400 millones de pesos, no los mil que les reclaman, porque “el resto son intereses”, y al mismo tiempo protestó porque “la Provincia no nos pagó de enero a marzo por los servicios de agua y luz de todas las dependencias oficiales” a las que abastecen.
“Recién hoy fuimos notificados de la causa”, de forma que “mañana vamos a ir a la Justicia para pedir una serie de medidas”, adelantó Duarte. Por ahora, las cuentas siguen embargadas y los fiscalizadores recaudando todos los días para que Energía de Misiones obtenga lo que reclama como deuda.
“Es un golpe muy duro a la institución, el embargo significa confiscar los recursos que se utilizan para la vida cotidiana de la institución: insumos, combustible y los sueldos de los propios trabajadores”, agregó, antes de considerarlo “un procedimiento algo desprolijo“.
El vicepresidente de la CELO describió que ese día “entraron más de siete personas en forma abrupta, se metieron en las oficinas, se paran al lado de la caja y no se mueven de ahí. Para mí es un atropello institucional y un atropello a la democracia de las cooperativas. Ojalá los jueces entiendan la situación, que estamos brindando servicios esenciales a muchas familias de la Zona Centro y que esa orden ejecutiva que emanó de la Justicia se debe retrotraer ante el contexto que estamos atravesando”.
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