No se necesitan adjetivos. Las voces, pruebas, detalles, descripciones de testigos y lecturas de declaraciones en la etapa instructoria hierven adentro de veinte cuerpos de expediente. Durante las cuatro jornadas de la segunda semana de debate por el crimen de Hugo Wasyluk (38), todo fue expuesto ante los camaristas del Tribunal Penal de Oberá.
Los tres policías que enfrentan una posible condena de prisión perpetua decidieron dar su coartada el viernes, el último día para hacerlo previo a los alegatos y sentencia que se iniciarán este lunes.
Pedro De Mattos (48), Carlos Antonio Gómez (33) y Ricardo Javier Rodríguez (37), prestaban servicio en la comisaría de Villa Bonita y formaron parte del procedimiento de aprehensión de Wasyluk ordenado por el juez de Instrucción 2, Horacio Alarcón, el lunes 25 de abril de 2011 tras la denuncia por violencia que realizó la hermana de la víctima fatal.
Los tres suboficiales desplegaron su versión con coincidencias. Pero lo hicieron diez años después.
Gómez manifestó que el día y hora del procedimiento “estaba de franco en mi casa y se acercó el móvil. Me piden apoyo para ir a detenerlo. El sargento (De Mattos) reconoce en la ruta a Wasyluk que venía por el medio caminando. Frenó la camioneta y se baja, en ese momento Wasyluk ya quería abrir la puerta de la patrulla. El sargento se baja y se defiende (…) Me bajo rápido, lo agarro a Hugo de la campera y él me da un manotazo. Lo agarro de nuevo y lo tiro contra el móvil, viene (Ricardo) Rodríguez y le sujeta un brazo y se le colocan las esposas y se lo alza en la caja”.
“Rodríguez y yo nos sentamos uno de cada lado. Vamos a la comisaría de Villa Bonita y estaciona la camioneta atrás. Me quedo parado en la parte trasera del móvil y viene el oficial que le hace firmar el motivo de detención. Subimos de nuevo y fuimos al campito de los médicos. Debajo de una farola el doctor lo examina. Le abro el cierre de la campera y Wasyluk empieza a patear”.
“Luego vamos a la comisaría Segunda (de Oberá). Como no había lugar fuimos a la Primera y bajamos al detenido. Rodríguez abre la tapa, yo lo agarro de atrás a Wasyluk que estaba esposado y lo ingreso a la Primera. Lo dejé sentado en un banquito que hay en la guardia”.
Gómez admitió ante la pregunta del presidente del Tribunal, Francisco Aguirre, que De Mattos tenía una “tonfa o goma” en la mano cuando detuvieron a Wasyluk pero que la utilizó “para defenderse”.
¿Quiénes redujeron a Wasyluk?
“Entre De Mattos, yo y Rodríguez”, ratificó el viernes cuando se lo preguntó la fiscal Miriam Silke pero también se contradijo en su primera declaración cuando sostuvo que Wasyluk “tuvo una caída bastante fuerte”. El viernes dijo que sólo “trastabilló”, y ofreció una aclaración llamativa: “Estaba detenido, quería salir y dije eso”.
“En ningún momento golpeamos a Wasyluk, ni Rodríguez, ni González, ni De Mattos, ni yo, ni Heijo. De Mattos sólo le golpeó en las piernas”, amplió Gómez con otra versión opuesta a la de la etapa instructoria del expediente y que buscó justificar ante la fiscal con un enfático: “Llevaba un año detenido, había mucha presión entonces señora, quería salir”.
La coartada “presión”
La versión de Rodríguez transcurrió por el mismo carril: “Presión por estar detenidos hace diez años” y que ahora recuerda que De Mattos fue el único en aplicar golpes en las piernas a Wasyluk con una cachiporra o “goma” para frenarlo y detenerlo.
“Yo en todo ese interín siempre fui el orejón del tarro en términos judiciales, porque yo era el más novel (SIC), el que no tenía derecho de nada. Yo tenía que acatar órdenes de todos porque era una promoción más vieja que la mía”.
Agregó: “El agente Gómez quedó parado al costado del móvil. Luego la oficial me manifiesta que yo debía acompañar a la comisión hasta Oberá porque no tenía personal suficiente. Wasyluk estaba sentado contra la cabina Gómez y yo, sentados a los costados. Fuimos al campito médico, donde lo examinó el médico policial. Yo me bajé del móvil, quedó en la carrocería Gómez con el detenido”.
“Luego fuimos a la Segunda e ingresó De Mattos con el oficial de servicio. Me bajé a la vereda de enfrente a orinar. Quedó en el móvil Gómez con Wasyluk. Aclaro, me senté nuevamente al costado y nos constituímos a la seccional Primera (…) Es todo lo que recuerdo a la fecha (..) Mi declaración en el juzgado fue bajo presión psicológica. Hacía casi dos años que estaba detenido”.
“En el momento de la detención, lo único que observé fueron los bastones de goma y que se defendió De Mattos del ataque de Wasyluk”.
Al momento de responder consultas de la acusación, expresó: “Me está preguntando de detalles de hace diez años. Mire doctora, yo soy consciente de mi declaración, soy una persona sana y con un buen grado intelectual”.
Silke sumó preguntas: “¿Quién se quedó con Wasyluk en la comisaría de Villa Bonita?”. “Se quedó parado afuera el agente Gómez”, respondió el policía.
¿Desconoce lo que contó en el Juzgado?”
Doctora, le dije que yo vengo a declarar hoy y lo anterior lo dije bajo un estado de presión. Estaba preso desde hacía dos años y creo que todo preso declara cualquier cosa”.
¿Usted dijo que declaró presionado por sus superiores, principalmente por De Mattos, qué quiso decir con esto?
“Pasa que la presión no fue sólo psicológica, viene de la presión policial, porque desde el día que caí detenido era policía. Lastimosamente estaba detenido con De Mattos, Gómez y yo era el subalterno de todos”.
¿Qué cruce de palabras tuvo con Gómez, por qué le dijo ‘desde cuándo la pared mea al perro’?
Es por el orden jerárquico. Lo dije porque siempre molestaba y yo siempre fui callado. El siempre jugaba, era una persona juguetona.
De igual manera, usted declaró que De Mattos le dijo que era todo ‘pan con queso’ porque se pusieron todos de acuerdo…
“Como le dije señora, por el estado en el que estábamos, podíamos declarar cualquier cosa”.
A partir de mañana será el turno de los alegatos de Fiscalía y Querella. Luego los defensores de los trece encartados y los respectivos momentos para replicar o duplicar cada posición. Lunes y martes fueron los días fijados para esta instancia. Fecha y hora de la sentencia quedarán supeditados a la decisión del Tribunal.