Días atrás, específicamente el 8 de mayo, dieron de alta a Néstor Fabián Goncalves tras casi un mes de permanecer en estado crítico luego del ataque sufrido cuando trabajaba en una chacra junto a su hijo Hugo Sebastián (25), quien por ello perdió la vida.
El hombre de 49 años se presentó frente al magistrado que entiende en la causa y brindó su testimonial. Recordó que antes de que fueran atacados a tiros, su hijo mantuvo una discusión con su pareja, una joven que en su momento declaró que regresó a la casa sin advertir nada extraño antes que ocurriera todo.
Goncalves dijo que no vio a quienes les dispararon porque lo hicieron cuando él estaba de espaldas y su hijo prácticamente lo protegió de la balacera al cubrirlo.
Este testimonio de alguna manera derivó en que el juez Brites ahora ordenara nuevas pericias en la causa que mantiene a dos personas detenidas como sospechosas. Una de ellas es el dueño de la chacra en donde trabajaba Hugo Sebastián Goncalves y su peón. Tienen 74 y 31 años respectivamente.
El hombre de mayor edad está con prisión domiciliaria mientras que el trabajador se encuentra detenido en una dependencia de la Unidad Regional V.
Trascendió que la Policía Científica de la zona y de Cibercrimen, realizan pericias en el teléfono celular de la pareja de la víctima fatal. Por el momento no fue vinculada al homicidio, pero no descartan que tenga más información para dar que la que dio al momento de atestiguar, según explicaron las mismas fuentes.
De acuerdo a los informes del Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia al Juzgado de Instrucción de Puerto Iguazú, la autopsia indicó que Hugo Goncalves sufrió lesiones por perdigones en casi toda la espalda que le perforaron los pulmones y derivaron en el shock hipovolémico determinante del fallecimiento.
Su padre en tanto sufrió lesiones en la cara y otras partes del cuerpo e incluso tendría comprometido uno de los ojos además de otras graves heridas que lo mantuvieron internado mucho tiempo.
Los imputados que tiene la causa, el dueño de la chacra donde ocurrió el hecho y su capataz, quienes en su momento negaron participación en el homicidio, continúan detenidos por disposición de la Justicia, pero en las circunstancias ya mencionadas.
Una de las líneas investigativas está relacionada al posible ajuste de cuentas por una disputa por tierras y conflictos ligados a la cosecha de tabaco.
El sobreviviente había trabajado tiempo atrás para el dueño de la chacra pero este lo había acusado de robarle y vender parte de su tabaco. Si bien el hombre negó que esto haya ocurrido así, se produjo un quiebre en la relación.
Quien sí logró mantener trato fue Hugo Goncalves, quien pidió permiso para hacer una casita en el ingreso a la chacra, desde donde se dirigía a trabajar para el hombre. También le habría permitido plantar algo de tabaco para su propio usufructo.
El padre solía ayudar a su hijo en la cosecha y aquel domingo, la concubina de Sebastián se dirigió hacia la chacra, donde lo encontró junto a su padre. Les cebó tereré y después regresó. En su declaración testimonial, la joven señaló que oyó un disparo y luego vio que pasó en su camioneta el patrón. Pocos minutos después se enteró de lo sucedido.
En un allanamiento en la vivienda del sospechoso sobre calle 1º de Mayo de Andresito, incautaron escopetas, rifles, un revólver y su celular, además del registro de cámaras de seguridad de la vivienda además de las dos detenciones.