El pasado domingo 3 de marzo, un joven de 25 años murió luego de un ataque a escopetazos en una chacra de las afueras de Andresito. En ese hecho el padre de la víctima también recibió heridas gravísimas y tuvo que ser internado con riesgo de vida.
Luego de casi dos meses de permanecer en el hospital SAMIC de Eldorado, evolucionó en su estado de salud, pero le resta aún un período de recuperación.
Este Diario pudo saber que el hombre de 49 años fue dado de alta del nosocomio, aunque el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú aguarda que el hombre pueda estar en condiciones de declarar para fijar una fecha.
Según se supo estaba con dificultades para expresarse con claridad. Más allá de ello la causa tiene a dos sospechosos detenidos.
Se trata del expatrón de este sobreviviente, de 74 años y su capataz de 31, quienes fueron aprehendidos por la policía al día siguiente del ataque.
Hugo Sebastián Goncalves murió en el mismo lugar del hecho, en la zona de Paraje Cabure-í. Su padre fue encontrado a su lado, en lo que se cree fue una emboscada. Según lo obrado hasta el momento en la investigación.
La víctima mortal fue herida por al menos 60 perdigonadas que le perforaron el cuello y la espalda, afectándole a su vez los pulmones. El padre fue herido también en la espalda y tenía comprometido uno de sus ojos a causa de uno de los proyectiles.
La hipótesis señala que el joven habría intentado cubrir a su padre del o los disparos. Al menos en uno de los árboles de la zona quedaron los impactos de los perdigones.
Ambos sospechosos fueron trasladado a declaración indagatoria y ante el juez Martín Brites negaron haber sido ellos los autores.
El sobreviviente había trabajado tiempo atrás para el dueño de la chacra pero este lo había acusado de robarle y vender parte de su tabaco. Si bien el hombre negó que esto haya ocurrido así, se produjo un quiebre en la relación.
Quien si logró mantener trato fue Hugo Goncalves, quien pidió permiso para hacer una casita en el ingreso a la chacra, desde donde se dirigía a trabajar para el hombre. También le habría permitido plantar algo de tabaco para su propio usufructo.
El padre solía ir a ayudar a su hijo en la cosecha de yerba y esa tarde de aquel domingo, la concubina de Sebastián llegó a la vivienda pero al no encontrarlo se dirigió hacia la chacra, donde lo encontró junto a su padre. Les cebó tereré y después regresó.
En su declaración testimonial, la joven señaló que oyó un disparo, pero no le dio mucha importancia puesto que era habitual escucharlo en esa zona.
Luego vio que pasó en su camioneta el patrón, quien iba acompañado de su esposa hacia el fondo de la chacra.
Minutos después regresó, se detuvo y le dijo que había encontrado dos cuerpos. En ese momento llegó el capataz en otra camioneta. El dueño le dijo que la llevara a ver.
Cuando llegaron la joven vio los cuerpos a lo lejos pero el encargado le dijo que no se bajara, que mejor fueran a la comisaría de Andresito a dar aviso.
Cuando llegaron, llamativamente el hombre no quiso bajarse con ella a denunciar el hecho. El patrón fue allanado en su vivienda de calle 1 de Mayo de Andresito. Allí incautaron escopetas, rifles, un revólver y su celular, además del registro de cámaras de seguridad de la vivienda donde quedaron registrados sus movimientos.
Integrantes de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas realizan el estudio a la información de los teléfonos de los acusados.
Antecedentes
En 2020 el dueño de la chacra había sido denunciado por su hijo. Lo había golpeado, amenazado con matarlo y desaparecerlo si regresaba a la casa de su madre. Las pericias psicológicas señalaron una personalidad violenta.