En su mensaje a los diputados en la apertura de sesiones de la Legislatura, el gobernador Hugo Passalacqua, reveló la tasa de suicidios del último año en la provincia. Puso en la agenda pública una problemática que necesita un aborde multisectorial.
“Otro tema que impacta fuerte nuestra sociedad es el flagelo del suicidio. Hubo 180 suicidios (uno cada dos días) en Misiones en los últimos 12 meses (de abril a abril). Este tema ocupará un lugar central en nuestras gestiones por abordarlo”, sostuvo Passalacqua.
El pasado viernes hubo una reunión entre los ministros y funcionarios de Salud Pública y Educación de la provincia, a fin de profundizar la prevención en las escuelas, con la capacitación de docentes y directivos.
¿Por qué allí? “Porque sabemos que, muchas veces, el lugar de detección es el aula”, explicó Nicolás Aranda, director provincial de Salud Mental, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero al término del encuentro.
Agregó que “tenemos que pensar en el trabajo con Educación que, muchas veces, la persona referente que brinda escucha a quien sufre o está angustiado, es el docente. Por eso el año pasado brindamos una capacitación con referentes en la temática, con docentes”.
Es que el mayor porcentaje de suicidios se da en una población adolescente y joven en Misiones. En ese sentido, Aranda reveló que “de lo que vimos en los números publicados, la edad más afectada en Misiones con alta población joven, es de los 15 a los 35 años y, puntualmente los consumados se ven más entre los varones”.
“Esto no se cambia de un día para el otro, hay que darles herramientas a docentes y directivos de cómo intervenir, cómo detectar, y eso no los va a volver psicólogos pero los va a ayudar para encaminar los casos”, agregó Aranda.
“Quizás, en un rato de muchísima angustia, aparece la idea o el intento. Y con un espacio de escucha no vuelve a suceder. Es una población muchas veces débil en lo emocional por la edad que está atravesando un adolescente o un adulto joven que se va encontrando con ciertas frustraciones que lo llevan a creer que esa es una solución. Hay que transformar esa idea y plasmar alternativas para responder a eso que nos está haciendo sufrir”, propuso.
El funcionario no dudó en aseverar que “estamos atravesando una situación delicada”. Y recordó las cifras anteriores a las reveladas por el gobernador Passalacqua.
“El año pasado, cuando se publicaron también los números, se había generado también revuelo porque eran entre 145 y 147 suicidios consumados. Nos daba la pauta de un continuo crecimiento, sobre todo después de la pandemia. Es algo que, desde que se inició la gestión del nuevo ministro, se puso en la agenda y estamos viendo cómo darle respuesta y abordaje”, indicó Aranda.
Problemática multicausal
El director de Salud Mental de Misiones explicó que “cuando hablamos de la problemática del suicidio, como lo establecen los lineamientos de organismos internacionales, es un fenómeno multicausal. Hay que atacarlo por varios frentes”.
“Si es multicausal, debemos juntarnos varios actores que tenemos a nuestro cargo a cierta población más vulnerable y elaborar estrategias para garantizar un seguimiento y un abordaje”, dijo.
Ante los factores de riesgo, el funcionario indicó que se busca “fortalecer lo asistencial, propiamente poder trabajar mejor todavía en el articulado de brindar asistencia psicoterapéutica, psiquiátrica y acompañamiento familiar de quien tiene un intento. Y que los distintos actores de las instituciones puedan contar con el personal de salud, saber dónde pueden dirigirse”.
Aranda apuntó a un mito erróneo: quien tiene la idea, da señales de su intención. “Este famoso mito de que quien lo dice no va a hacerlo, es eso, un gran mito. Cuando vemos a nuestra población joven, aparecen las noticias y entre amigos y compañeros surge que les dio aviso, que subió un estado de Whatsapp que era premonitorio. Hay indicadores que es bueno detectar: el aislamiento, los cambios de conducta, el retraerse, la falta de sentido sobre la vida en general, el consumo excesivo de sustancias o alcohol, son factores de riesgo”, enumeró el director.
Tratar a la persona en crisis y a su grupo familiar
Para el responsable de las políticas de Salud Mental de Misiones, no solo se debe apoyar a quien atraviesa la intención de suicidarse, sino también a su grupo familiar. Al menos, hay dos razones para ello: la primera, que la familia ayude a salir del mal momento al integrante que se encuentra mal; y la segunda, ante la posibilidad de que quien expresa la idea de hacerlo sea uno más de los que pasan por un momento de angustia y dolor.
“Muchas veces nos encontramos con que las familias se sienten impotentes, no saber cómo intervenir, cómo acompañar, genera mucha angustia. Por eso hay que trabajar en esto y en la corresponsabilidad: lo que pone el Estado y lo que pone la familia por su parte”, indicó Aranda.
“A veces, quizás, hay toda una familia que está sufriendo y quien llega a la idea (del suicidio) es una expresión de un conflicto familiar. Promovemos que, mediante nuestros agentes sanitarios, el personal de salud que no es especializado en Salud Mental, se produzca un seguimiento. Los capacitamos con una guía de la OPS que incorporamos como herramienta, donde les pedimos que vayan y vean cómo están las familias, las condiciones de vida, las problemáticas que podamos ir dando respuestas integrales, desde las diferentes aristas”, agregó.
Profundizando el abordaje, Nicolás Aranda explicó que muchas veces quien sufre de esa forma, va a requerir un tratamiento: “No necesariamente porque tenga un trastorno sino por el momento difícil. Todos sabemos que hoy la situación económica es compleja, la situación social es compleja. Y parece que nos cuesta a los adultos dar perspectivas más claras a nuestros adolescentes, por ejemplo”.
“Son cuestiones que debemos trabajar en cuestiones de vida, en lo terapéutico desde lo grupal como en el Hospital Carrillo que tiene terapias de grupo y promovemos que se implemente en otros espacios”, indicó.
Sin línea telefónica para emergencias
Nicolás Aranda explicó por qué Misiones no cuenta con una línea de emergencia y las demandas se reciben en las líneas de Policía y Salud: “Trabajamos con el 911 y la 107 de emergencia de salud. No tenemos una línea especializada para atención al suicida o de salud mental, porque tiene ciertas complejidades en lo que hace a la implementación desde lo legal, por las responsabilidades que implica. Entonces, hemos venido trabajando con el Ministerio para ver qué respuesta podemos dar. Hay interés en dar respuesta de este orden pero con un manejo serio y responsable porque es una temática sensible”.