Podemos acariciar para calmar, podemos sostener y hacer curaciones apoyando las manos sobre el cuerpo o desde una distancia apropiada. Todos los seres humanos sabemos que tenemos esa energía, pero pocos le dan la importancia real que tienen y entonces desaprovechan una gran oportunidad.
Claro que sabemos que al recibir caricias nuestro cuerpo se distiende, con los masajes podemos sentir cómo cada músculo va entregándose al relax, también cuando nos duele una muela colocamos la mano sobre la mejilla y lo hacemos sin pensar.
“Yo creo que la utilización de la medicina energética será uno de los acontecimientos más importantes del próximo siglo. Es la más sutil, menos comprendida y menos medible forma de energía curativa la que revolucionará la medicina del futuro”, afirma el doctor Andrew Weil, director del Programa de Medicina Integrativa y profesor de Medicina Interna de la Universidad de Arizona en Estados Unidos.
El reiki está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como método complementario para estar mejor. Consiste en canalizar energía con las manos y es una técnica que ya es habitual en más de 1.000 hospitales de Estados Unidos y Reino Unido.
Lo cierto es que todos podemos aprender a dar reiki tras un curso de iniciación y luego será cómo la practiquemos que alcanza su efectividad.
Es una evidencia para la ciencia de hoy que existen transferencias de energía entre los seres humanos. Una persona puede afectar positiva o negativamente la fisiología de otra. En el Laboratorio de Sistemas de Energía Humana de la Universidad de Arizona, sus directores Gary Schwatz y Linda Russek descubrieron que un cuerpo eléctricamente cargado en movimiento, como el organismo humano, induce una fuerza electromagnética que puede ser medida en una persona situada a unos pasos de distancia. En el mismo laboratorio estos autores pudieron constatar que los impulsos eléctricos de una persona pueden ser registrados en el cerebro de otra persona si entre las dos hay afecto mutuo.
Además de la inducción de energías electromagnéticas medibles en el cuerpo de los pacientes, las posturas de las manos o mudras representan un instrumento de comunicación primigenio, una especie de lenguaje arquetípico. Es un código de comunicación empleado en la práctica de las terapias manuales.
Los científicos aseguran que las manos son centros energéticos que se activan en contacto. Vieron que si frotamos las manos comenzamos a sentir el calor y ese calor podemos colocarlo sobre la persona en el lugar que necesita sanar.
Cuando bendecimos o señalamos, generamos un patrón específico de conexiones neuronales que crean un campo de emisión particular. Cuando abrazamos, no solo empleamos los brazos y las manos, sino la totalidad del campo energético corporal, cuya energía es portadora de pensamientos, intenciones y sentimientos.
Las manos integran y proyectan el cuarto y el quinto centro de energía, es decir el plexo cardíaco y tiroideo, que representan en la tradición hindú las corrientes de la inteligencia y el amor.
Para profundizar la acción sanadora y usar esa energía que emitimos a través de las manos, podemos ejercitarnos con la respiración profunda, comenzar a conectarnos con nuestro corazón, mientras sentimos en nuestras manos el calor, así iremos conectando con la energía de quien necesite.
Siendo conscientes de esa intención de sanar, así lo haremos.
¿Qué lleva cada mano en su energía?
Las manos están rodeadas de campos biomagnéticos. Se han medido los campos de los terapeutas durante los tratamientos y se comprobó que eran mucho más intensos que los de las personas que no lo eran.
De estudios derivan que la fuerza curativa en las manos es producida, al menos en parte por el sistema perineural. Este sistema rodea los nervios y ofrece un camino para la corriente continua. Las corrientes son moduladas por impulsos cerebrales que, a su vez, son dirigidas por el tálamo.
Las manos emiten posiblemente también otros tipos de energía que tienen efectos terapéuticos.
Tus manos dan y reciben energía todo el tiempo por eso son sagradas y es importante que sepas lo que representan cada una.
La derecha representa la energía masculina, el orden, la dirección, el futuro, la lealtad y el soporte. Esta mano da y comparte energía.
La izquierda representa la energía femenina, la creatividad, la intuición, la astucia y el pasado. Esta mano absorbe y recibe energía. Tus manos son herramientas poderosas para canalizar energía.
Por Rosanna Toraglio
Periodista de Primera Edición
Fuentes: sintergetica.org/ expreso.ec y más de canales de la web.