Cada 15 de agosto se celebra el Día Mundial del Reiki, por ser el aniversario del nacimiento de su descubridor moderno, el Sensei Mikao Usui.
Es considerado el “padre” del reiki porque fue quien redescubrió esta práctica de sanación que usa la energía universal o “chi” y que viene de época milenaria.
Según sus practicantes, es un sistema de armonización natural que utiliza la no demostrada “energía vital universal”, para tratar enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y emocionales.
Mikao Usui (monje zen japonés), fue quien afirmó haber redescubierto esta técnica de sanación milenaria, tras alcanzar el satori (estado máximo de iluminación y plenitud) durante un retiro espiritual en el monte Kurama de Kioto hacia 1922, aunque no existe constancia alguna de la existencia del reiki anterior a esta fecha.
Pero más allá de su aspecto terapéutico, que el propio Usui aseguró haber descubierto por casualidad, el reiki es una disciplina o camino espiritual (Dō en japonés, Tao en chino).