Por fin, después de mantenerse la curva de contagio de dengue alta y amesetada durante más de un mes, hace diez días comenzó a notarse el descenso en la cantidad de nuevos contagios en Misiones, sin embargo en el resto del país continúa en aumento según el último boletín epidemiológico dado a conocer por el Ministerio de Salud de la Nación.
Así lo precisó a PRIMERA EDICIÓN el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, el médico Javier Ramírez, quien indicó que “estamos atravesando la etapa difícil del brote, donde hay un consumo importante de los susceptibles, por lo que la curva dejó de ascender en la provincia, por unas semanas se transformó en una curva plana y desde hace diez días estamos con una disminución sensible, lo que no quita que sigamos con una importante cantidad de contagios”.
Según precisó, en términos cuantitativos, la disminución no es muy significativa “estamos hablando de 250 a 500 contagios menos por semana lo que marca una disminución de la curva, pero también tenemos que tener en cuenta que hablamos de los notificados (muchas personas transitan la enfermedad sin ir al médico) y hay cierto retraso en la notificación que puede ser de hasta siete u ocho días”.
Descenso focalizado
En este contexto, Ramírez habló de “leve declive de casos” en la provincia después de haber estado durante muchas semanas con un promedio de 6.000 casos febriles inespecíficos semanales, aunque advirtió que el número de contagios sigue alto en Misiones.
Precisó además que el descenso de casos se observa más en Posadas y Garupá, que fueron las poblaciones donde el brote comenzó y se concentró en un primer momento.
“El declive de la curva epidémica tiene la misma presentación que en su momento tuvo inicio el proceso, allá por la semana epidemiológica 44 del año pasado (la última de octubre), cuando florecía en el sur de la provincia… ahora se va marchitando en esta misma zona y aún sigue floreciendo en el norte provincial”.
Consultado sobre casos de personas que dicen haber contraído el virus del dengue dos veces durante este verano, Ramírez indicó que “no tenemos herramientas bibliográficas con validación científica para hablar de personas que ingresen en un nuevo período de enfermedad en tan corto período… no obstante, habría que ver el caso en forma individual, hacer estudios de IGG, ver dónde estuvo, ver qué tipo de síndrome tuvo primero y después. No digo que no haya ocurrido, digo que no tenemos las herramientas para confirmarlo”, aseveró.
En la actualidad, según indicó, se confirmó en Misiones la presencia de dos serotipos del virus del dengue: el DEN 2 y el DEN 1, “con predominio del serotipo DEN 2, lo que no invalida la presencia del DEN 1”.
Bajaron las hospitalizaciones
Mientras que la curva de contagios registra la disminución leve, la de hospitalizados por dengue muestra una reducción mucho más marcada. “Estamos con un descenso en hospitalizaciones por cuadros moderados y graves por dengue más acentuado que en la presentación de casos”, remarcó el director de Epidemiología.
Destacó el impacto del concepto de las unidades de internación breves para hidratación implementado en la mayoría de los hospitales de la provincia y confirmó que “seguimos con estas internaciones abreviadas en las localidades donde hace falta”. A su entender, “nos marcó un descenso importante en la cantidad de internaciones prolongadas de pacientes con cuadros más severos”.
La estadística de los pacientes internados es contundente, mientras que a fines de febrero se llegó al pico de 65 personas hospitalizadas con cuadros moderados o severos de dengue, en la actualidad bajaron a 23. De estos 23 internados en la actualidad, hay 13 en Posadas (4 en el Materno Neonatal, 6 en el Madariaga, 2 niños en el Pediátrico y 1 en el Favaloro), 9 en el SAMIC de Eldorado y 1 en el hospital SAMIC de Oberá.
Siete días de aislamiento
Ramírez hizo hincapié en el cumplimiento de los días de licencia que debe cumplir el paciente con diagnóstico sospechoso o diagnóstico clínico de dengue, “son siete días los que debe guardarse en su casa ese paciente, es decir no debe salir a su casa porque se transforma en un transmisor de la enfermedad porque cualquier Aedes que lo pique transmitirá luego el virus a otra persona. Por más que hagamos el control de foco, la intervención espacial, si el paciente se moviliza como si no tuviera el virus, neutraliza nuestro accionar”, remarcó.