Un nuevo escándalo sacude a la interna de la policía provincial. Esta vez, por la detención de un efectivo del Comando zona Sur de Oberá a quien acusan de robar maquinarias, chapas y herramientas de un galpón que alquilaba para el funcionamiento de un taller mecánico.
Tiene 32 años y es oriundo de Cerro Corá pero trabaja en la Capital del Monte hace varios años.
De acuerdo a las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el uniformado fue denunciado días atrás por supuestos hechos de hurto en el galpón rentado y que los elementos se utilizarían para pagar deudas con terceros.
Por otra parte, estaría vinculado a casos de estafas virtuales y se investiga su participación en toma de préstamos de personas adultas mayores a quienes ayudaba cuando cumplía servicio adicional en un banco.
Por su parte, desde la Jefatura de Policía comunicaron que iniciaron una investigación interna y de momento ya fue pasado a disponibilidad hasta que se resuelva su situación judicial.
La detención se concretó durante la mañana de ayer cuando el efectivo iba a tomar el servicio, mediante orden del juez de Instrucción 2 de Oberá, Horacio Heriberto Alarcón.
Sus propios camaradas le notificaron la orden de arresto y por cuestiones de seguridad fue alojado en otra dependencia de la UR-II.
Posteriormente se realizó un allanamiento en su propiedad y secuestraron una hidrolavadora, varias chapas de zinc, máquinas industriales y elementos ajenos al taller de chapa y pintura que administraba.
El dueño del lugar reconoció los mismos como los que fueron desapareciendo paulatinamente desde diciembre a la fecha.
En este contexto, se lo investiga por estafas virtuales en las cuales varias de las víctimas también serían policías. El mecanismo o al menos uno de ellos, era pedir dinero prestado para cubrir supuestas necesidades o enfermedades de familiares o propias, pero nunca retribuía el dinero.
Otra maniobra era inversiones en plataformas digitales que nunca daban fruto y la tercera, acaso la más grave, solicitar préstamos personales con datos de terceros (mayormente jubilados) y hacer transferencias a otras cuentas bancarias.
Si bien no fue denunciado todavía directamente por este tipo de delito, hubo muchos casos denunciados con autores anónimos o desconocidos por lo que investigarán si hay algún elemento que lo vincule a estos hechos.
Por lo pronto, se espera que entre lunes y martes sea indagado por el propio juez Alarcón, por ahora con la imputación provisoria de “hurto agravado por ser funcionario público”.
Otros efectivos detenidos
En septiembre de 2022, tres efectivos de la Unidad Regional II fueron apartados de la fuerza por una supuesta persecución irregular a un joven motociclista, quien se cayó del vehículo y permaneció varios días internado en grave estado. Los uniformados nunca lo ayudaron tras el siniestro.
Durante el 2023, en la fuerza se produjeron varios escándalos con funcionarios involucrados en hechos delictivos.
Uno de ellos fue en la comisaría de Pozo Azul cuando se robaron la batería de una camioneta 4×4 secuestrada y el autor sería un agente que trabajaba en ese lugar.
Otro hecho resonante que salpicó de alguna manera a la fuerza de seguridad provincial, fue el de un caso de torturas y secuestro a un joven en Bernardo de Irigoyen que permanece con dos policías detenidos.
Más cerca en el tiempo, en enero de 2024, un comisario y jefe de uno de los Comandos de Posadas, fue denunciado por golpear y amenazar de muerte a su mujer.
Cabe recordar que desde que asumió la nueva Jefatura de Policía, encabezada por el comisario general Sandro Martínez, este dejó en claro que no iba a tener contemplaciones con los efectivos que obraban mal dentro de la institución. Incluso dijo en una entrevista “no me molesta que la prensa descubra a los delincuentes disfrazados de policías”.