Riqueza, abundancia y prosperidad en nuestras profundidades.
Así como el agua, el dinero debe fluir, moverse, usarse, generar más. Para algunos es un tema sencillo, conocen y se disponen a trabajar en ello, por otro lado, estamos los demás que seguimos tratando de entender, el dinero, la riqueza, la madre, la relación con la pareja, todo desde lo energético y también lo material y palpable.
Este árbol que recibe como nombre vernáculo “árbol del dinero” pachira glabra, comparte filogenia con el baobab y el cacao, la familia de las malváceas. Todos árboles conocidos, buscados, apreciados, leídos, árboles que por sus características fluyen en el subconsciente colectivo, y pareciera ser que al uso mágico que le dio Antoine de Saint-Exupéry al baobab o al uso espiritual y alimenticio que los olmecas.
Mayas y aztecas le dieron al cacao, hoy entre manos, desde la ecosanación y el cruce con la psicomagia tenemos al Árbol del Dinero, un arbolito neotropical que convive entre tantos otros en la selva amazónica pero que por sus características de fuste flexible, flores llamativas y frutos comestibles anda ocupando canteros además de plazas, parques y jardines.
También se lo conoce como castaña de Indias, cacao de monte y otros nombres que desde la literatura, las regiones y los paisanos podemos encontrar y reconocer.
Investigando en profundidad, para conocer bien, hacer lo que hay que hacer, en estado adulto, porque eso propicia y acentúa este árbol, encontramos que al baobab en su tierra natal: Madagascar, para la cultura Malgache simboliza riqueza y prosperidad y se lo apoda “árbol de la vida”, porque en su interior guardan un tesoro que salva vidas, el agua. Es que en algunas regiones de Madagascar donde llueve pocas veces al año, se lo utiliza como una cisterna viviente.
Por otro lado, como es sabido, el cacao no se queda atrás, ya que posee ancestralmente la capacidad de reunir en torno a él culturas sabias y milenarias, para llevar a cabo rituales maravillosos trabajando para la curación chamánica. Allí se involucra abrir y sanar al corazón y si las sustancias que posee actúan de cardiotónicas mejorando el estado de ánimo y la depresión, su nombre científico Theobroma cacao significa alimento de los dioses.
¿Y Pachira? Nuestro árbol del dinero como siempre recomendamos desde la ecosanación, conectarnos en certera mesura implica avanzar sobre eso que tenemos que hacer, sabemos cómo lo tenemos que hacer y tomamos riendas en los asuntos.
El árbol del dinero no nos habla de dinero en los bolsillos o el banco (o tal vez sí), más bien, como el baobab y el cacao habla de la riqueza en el interior, en forma de agua, sustancias, minerales, flavonoides, ideas, emociones, conexión con nosotros mismos desde la profundidad, que al bucear podemos encontrar nuestros tesoros y traerlos a la superficie para usarlos y disfrutarlos en neutralidad profunda.
Pachira trabaja sobre nuestros campos morfogenéticos brindando la posibilidad de sacar de adentro nuestro adulto que conoce y usa sus propias herramientas para avanzar en los caminos que el destino nos tiene preparado. Sairám.